George Harrison escribió “Here comes the sun” en el jardín de Eric Clapton con una guitarra acústica del dueño de casa. Clapton recuerda: “fue una de esas preciosas mañanas de primavera. Debe haber sido por el mes de abril, estábamos paseando por el jardín con las guitarras, nos sentamos en algún lugar, y ahí mismo, George mirando la gota de agua que pendía de una hoja, arrancó a cantar las primeras líneas del soleado tema”.
Harrison se aburría terriblemente en las reuniones ejecutivas de Apple y las detestaba. Para colmo, una vez fallecido el manager, Los Beatles tuvieron que ocuparse un poco más de todo eso. De allí el tedio de Harrison que motivara mayor cantidad de escapadas a cualquier lugar distinto a los estudios de grabación. Esto, sumado al arribo de la primavera boreal, terminó de inspirarlo “soleadamente”.
La grabación arrancó el lunes 7 de julio de 1969, culminó el 19 de agosto y fue lanzada el 26 de septiembre de ese año. La música arranca en el canal izquierdo y se mueve gradualmente hacia el derecho, al comenzar la voz de Harrison.
George es el vocalista principal, toca la guitarra acústica y utilizó un sintetizador Moog que había adquirido recientemente. Fue una de las primeras canciones pop con este agregado. La parte instrumental es similar a “Badge”, escrita entre Harrison y Clapton, grabada por la banda de este último, Cream.
El sábado 20 de noviembre de 1976, Harrison tocó este tema junto a Paul Simon en Saturday Night Live.
El astrónomo Carl Sagan quería que esta canción se incluyese en el disco de oro de la sonda Voyager, como muestra representativa de la civilización humana. Si bien los Beatles estaban de acuerdo, por problemas de propiedad intelectual, no se pudo incluir en la sonda, lanzada en 1977.
Sea como fuere, el bendito tema debe haber llegado al sol …
