La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU adelantó algunas conclusiones del informe que publicará sobre el país sudamericano.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció desde la sede ONU de Ginebra que en la crisis social y política en Venezuela, el gobierno del presidente Nicolás Maduro es responsable de torturas y asesinatos. La información fue confirmada en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se mostraron por primera vez públicamente las imágenes de un centro de tortura clandestino.
Durante un avance del informe que prepara el equipo de la expresidenta chilena, de visita en Venezuela invitado por Maduro, Bachelet denunció la grave crisis de derechos humanos que vive el país y el colapso en los servicios médicos y educativos que han provocado el éxodo de más de tres millones de personas. Bachelet señala que las autoridades venezolanas se niegan a reconocer las dimensiones de la “vasta crisis”, al tiempo que las sanciones impuestas por Estados Unidos “pueden agravar aún más la situación económica”. El avance del informe destaca que las fuerzas de seguridad venezolanas, respaldadas por los “colectivos armados”, grupos paramilitares afines al Gobierno, han reprimido a la disidencia pacífica con uso excesivo de la fuerza, han provocado muertes y torturas documentadas por la oficina de la Alta Comisionada.
Bachelet cita denuncias que acusan a la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) de ejecutar a 37 personas en enero en Caracas, en redadas ilegales en casas de zonas pobres que apoyaban a la oposición. “Los asesinatos siguen un patrón similar y se producen durante allanamientos ilegales a las casas realizados por la FAES, posteriormente informan de la muerte como resultado de un enfrentamiento armado, aunque testigos informan de que las víctimas estaban desarmadas”, resumió Bachelet, explicando que esta fuerza policial habría matado a 205 personas en 2018.
Bachelet indicó que con motivo de la crisis más de 3 millones de venezolanos han abandonado el país. La situación se ha agravado con los recientes apagones que indican los “problemas de infraestructura que afronta el país”, donde un millón de niños han dejado de ir a la escuela por problemas económicos o por la falta de docentes. En el país, señala el adelanto del informe, han sido procesados en forma injusta periodistas, líderes de la oposición y críticos del régimen. Por otro lado, el sistema de salud está en el caos “lo que repercute considerablemente en la mortalidad materna e infantil y la propagación de enfermedades infecciosas, que habían estado previamente bajo control”.
Por otro lado, las sanciones impuestas por los Estados Unidos, Bachelet señala que han agravado el panorama, lo que podría dañar ulteriormente la economía del país, pese a que la crisis económica comenzó antes de las medidas de la casa Blanca.
En las imágenes mostradas por la OEA, se ven presos en condiciones precarias, que rehúsan alimentarse por estar orinando sangre y otros testimonian haber estar 30 días con los ojos vendados y las manos atadas. Se denunció que decenas de presos son torturados frecuentemente con descargas eléctricas, asfixias con bolsas de plástico, golpes e inyecciones de sustancias desconocidas.
Según las organizaciones de derechos humanos, en Venezuela hay unos 200 militares detenidos y la represión y sospechas sobre ellos se han incrementado a medida en que se han convertido el último gran apoyo con el que cuenta el chavismo para sostenerse en el poder.