La enfermedad fue detectada en un inmigrante haitiano. Estupor por las reacciones, puesto que el mal tiene tratamiento.
La Presidenta Michelle Bachelet manifestó que sintió “vergüenza” por las reacciones que surgieron en Chile a raíz del caso aislado de lepra reportado a principios de esta semana en la Región de los Ríos. A comienzo de esta semana, se filtró la noticia de un caso de esta enfermedad en un inmigrante proveniente de Haití. La comunidad de haitianos en el país se está incrementando sensiblemente, facilitada por las difíciles condiciones económicas de la isla caribeña.
Sin embargo, pese a que el caso recién ayer confirmó que se trata de lepra, ha habido reacciones en algunos casos exageradas en las redes sociales, que han tenido eco en los medios. Incluso, hubo ciudadanos que protestaron por la falta de controles migratorios, lo que es a todas luces falso, debido que para ingresar al país hay que reunir una serie de documentos, entre los cuales figuran los antecedentes sanitarios y penales de los solicitantes.
El Ministerio de Salud confirmó que no se justifica ningún tipo de alarma, puesto que el mal “tiene tratamiento y baja contagiosidad”.
Por ello, este viernes Bachelet pidió responsabilidad “cuando se difunde información errada y tendenciosa sobre enfermedades que se presentan en forma aislada y que tienden a generar una alarma y desinformación muy grande como han ocurrido con los casos de lepra en nuestro país”.
“No confundamos las cosas”, manifestó la mandataria, quien incluso, reconoció que “me dio mucha vergüenza” aprender que la comunidad haitiana en el país, ante las polémicas, reaccionó recordando que “la lepra tiene tratamientos, la xenofobia no”.
Bachelet afirmó que “las enfermedades se curan con remedios y tratamientos a los que tiene derecho toda persona que habita en nuestro país y no tiene que ver ni con el color de la piel ni el país de donde provenga. Y si hay casos, hay que tratarlos”.
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Muy bien por el compromiso y equilibrio humano en su discernimiento a recibir los inmigrantes, garantizando los derechos de los que son recibidos en el país hermano y de los ciudadanos que los reciben, de la presidenta Bachelet.
Tuve una sorpresa cuándo en el Hospital de Niños Garraham pusieron límite al ingreso de niños bolivianos con enfermedades infantiles que no encuentran tratamiento en su país de origen.
Una tendencia nueva ?…… cuidado con no preservar valores humanos de acogida que son parte de nuestro patrimonio cultural.
Entiendo que los cambios que destruyen el entramado social en el cuál nos reconocemos familia humana, profundizan el proceso de autodestrucción en nuestra región latinoamericana.
Poder discernir éstos cambios de las novedades legítimas implican un salto cualitativo en humanidad, es necesario.