Su Min nació en la provincia de Henan en China Central, en 1964. Es una dama jubilada, que en poco tiempo, logró ser un ícono de la tenacidad de las mujeres chinas en este siglo pandémico.
A mediados de 2020 salió a buscarse a sí misma y recorre las rutas chinas, solita en su auto.
Registra todo cuidadosamente en su bitácora de viaje. No en vano cuenta con más de un millón de seguidores en las redes sociales. Uno de los grandes atractivos de sus crónicas son las profundas revelaciones que va publicando acerca de la vida misma: el matrimonio abusivo que sufría, su hastío de la vida doméstica y esta libertad recientemente conocida.
No todo es fácil para nuestra intrépida Su, pasa las noches en su carpa de 1,5 metros x 2,5, que ubica sobre el techo de su autito. Come en las playas de estacionamiento. Así y todo, de este modo conoció la felicidad y la liberación.
El proceso previo
En 2017 su hija alumbró mellizos. Su fue la encargada de ayudar a su hija y cuidarlos. De este modo seguía atada al universo doméstico. Donde un problema recurrente era el trato despótico de su esposo. A fines de 2019 dio con el video de alguien que mostraba el equipamiento para sobrevivir solo a lo largo de un viaje solitario por la ruta. Allí afloraron los sueños de su infancia, esos que había postergado por el “deber ser”. Se valió de todo el material que encontró en la web, y en las aplicaciones: cómo ahorrar dinero, los mejores campings y demás. Tomó una decisión que sería una bisagra en su vida: cuando los mellizos empezaran preescolar, ella habría de lanzarse a las rutas chinas. Claro, para eso se había comprado un pequeño Volkswagen. La familia se resistió a la idea, pero Su partió el jueves 24 de septiembre de 2020. Cargó la carpa sobre el coche, junto con una pequeña heladera, una olla arrocera eléctrica y zarpó de su casa desde Zhengzou.
Visitó la montañosa Sichuan, el casco de Lijiang y la histórica Xi”an. Hizo más de 15.000 kilómetros, y sabe tomar colectoras para evitar peajes. Cada noche despliega la carpa sobre su VW. Allí arriba se siente segura.
Recibe mensajes de miles de mujeres que se identifican con su dura vida, y en cada destino es recibida por diversas personas que la conocen por su movida en las redes, y la obsequian con frutas y platos regionales que le preparan especiamente a esta dama que torció su destino. “Antes pensaba que era la única persona infeliz del mundo. Recién me di cuenta que había muchas otras personas como yo, cuando empecé a compartir mis videos en internet”, afirma Su. “Me tomó varios años darme cuenta que tenía que vivir para cumplir mis sueños. Es algo que estoy empezando a vivir”.
Fuentes:
https://www.sixthtone.com/news/1006624/how-a-womans-cant-stand-it-anymore-road-trip-inspired-china
