Según algunos testimonios, fue ultimado para evitar que dijera lo que sabía acerca de la muerte de la concejala de Río de Janeiro.
Carlos Alexandre Pereira Maria, colaborador de un concejal que declaró como testigo del homicidio de Marielle Franco, asesinada el mes pasado, apareció muerto dentro de un auto con marcas de tiro en la zona oeste de Rio de Janeiro. El cuerpo de Alexandre fue llevado al Instituto Médico Legal.
Según publicó el diario Extra de Brasil, Pereira Maria, colaborador del concejal de derecha Marcelo Siciliano, había declarado la semana pasada como testigo por la muerte de Franco, que murió asesinada a balazos el 14 de marzo. Franco era una fuerte opositora a la intervención policial en las favelas y a la militarización de la seguridad en Río de Janeiro, medidas impulsadas por el actual presidente Michel Temer.
Una de las líneas de investigación sobre la muerte del colaborador abarca la conexión de Alexandre con milicianos. El crimen se produjo alrededor de las 20:45. De acuerdo con informes de testigos, poco antes de disparar contra la víctima uno de los asesinos gritó: “Andá para allá que tenemos que hacerlo callar la boca”.