Juana Ramírez fue una de las fundadoras de la Red de Mujeres Ixiles de la localidad de Nebaj. Fue defensora de los derechos humanos.
Un nuevo asesinato de una activista social enluta a Guatemala. La semana pasada fue encontrada muerta a balazos Juana Ramírez Santiago (al centro en la foto) en Xonalay, Nebaj, Quiché. Ramírez trabajaba como comadrona y fue una de las fundadoras de la organización civil Red de Mujeres Ixiles de Nebaj, dedicada a la defensa de los derechos de la mujer indígena en la región.
Los vecinos mencionan que se oyeron cuatro disparos. Ramírez era una dirigente reconocida en este municipio.
Su esposo, Pedro Chel Bernal, sostuvo que Ramírez no estaba amenazada y no tenía enemigos, “era una mujer que apoyaba a la comunidad con su trabajo de comadrona, según me dijeron fueron dos adolescentes que se le acercaron y le dispararon”, indicó. Juana Bacá directora de la Red de Mujeres Ixiles, lamentó la muerte de la activista e indicó que “fue una mujer que se dedicaba a traer vida al mundo y fue fundadora de la organización, siempre buscando el bienestar de las mujeres Ixiles”. Bacá comentó que esta muerte se suma al de otra dirigente, del Comité de Desarrollo Campesino, asesinada hace varias semanas. “Exigimos a las autoridades investigar y esclarecer este homicidio que enluta a otra familia en Nebaj. Tienen que detener al o los responsables, este hecho no puede quedar impune”, manifestó.
A su vez, Miguel de León alcalde indígena de la Región Ixil, exigió una investigación con resultados rápidos, ya que Ramírez, es la segunda líder social asesinada en el municipio. “Nebaj se ha tornado violento especialmente para dirigentes civiles la muerte de esta lideresa lo demuestra”, señaló.
El Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, manifestó su preocupación por la muerte de la dirigente indígena y se solidarizó con los defensores de los Derechos Humanos. A través de un comunicado de prensa, Rodas exigió al Ministerio Público y Ministerio de Gobernación que se efectúen las investigaciones para dar con los responsables del hecho y urgió al Estado de Guatemala a implementar acciones para proteger la vida de los defensores de los Derechos Humanos en Guatemala.
Todavía no podemos reconocer los derechos a organizarse de los pueblos originarios, esta es una lepra que afecta como cultura, es un fenómeno de toda América. La simple razón de la verdad y la buena fe establecen que ellos estaban y tienen derechos ancestrales; reclaman sus derechos culturales que son intangibles; y derechos territoriales que deben ser atendidos diligentemente en honor a la verdad. En cambio, ocurre también en Argentina, que se criminaliza el accionar de pueblos como los Mapuches, Wichis, Quom, Guaraníes, Tobas, y muchos otros; vulnerando toda razonabilidad jurisprudencial, con el solo objeto de continuar el saqueo y el exterminio; esto es vergonzante, agravia a la Humanidad.