Homilía del arzobispo de Buenos Aires en la misa celebrada en la Plaza Belgrano, frente al santuario de Luján con ocasión de la 47 Peregrinación Juvenil a Pie a Luján.
“¡Es un día de fiesta para nosotros! La renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios”, dijo el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, al comenzar su homilía en la misa celebrada este domingo, a las 7, en la Plaza Belgrano, frente al santuario de Luján con ocasión de la 47 Peregrinación Juvenil a Pie a Luján que convocó a miles de personas, en su mayoría jóvenes que, tras la suspensión del año pasado por la pandemia, volvió a la presencialidad cumpliendo protocolos sanitarios estrictos, y con el lema “Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”.
“Yo tengo en mi corazón y en mi mente tres ideas, tres cosas para decirles en este momento. Y espero que sean cortitas porque conozco el dolor de ustedes de la marcha y el camino”, dijo el cardenal Poli a los peregrinos.
“La primera es algo que el Papa siempre nos repite cada vez que se encuentra con una multitud. Él nos recuerda que Dios y la Virgen nos aman profundamente, somos inmensamente amados por Dios. Y, para mí, la renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios”.
El arzobispo de Buenos Aires destacó la presencia de “esta maravillosa juventud y todos los que se pusieron al servicio de la peregrinación son una muestra más de la delicadeza de nuestro Padre Dios y de la ternura de nuestra Madre”.
Apuesten a la familia
El cardenal Poli dijo a los peregrinos seguidamente que hay algo que “quiero decirles de corazón” y expresó: “Cuando todo se mueve lo más firme que nosotros tenemos es la familia”.
“Apuesten a sus familias. Dediquen tiempo. Hemos escuchado durante estas jornadas cómo vienen a pedir por sus familias, por la salud, por la unidad, por el amor, por el trabajo”.
“Apuesten a la familia. Dedíquenle tiempo. Ahí están nuestros principales valores, es lo mejor que tiene la Patria. Dedíquenle tiempo porque todo lo que recibimos en la familia, todo lo que se mama en la familia, nos dura la vida entera. Ahí se cultiva el amor, ahí está la fuerza de nuestra Nación”.
La peregrinación, reserva religiosa de nuestra Patria
En tercer lugar, el arzobispo, señaló la basílica donde en la puerta estaba depositada la imagen auténtica de la Virgen de Luján, para veneración de los miles de peregrinos que iban llegando tras peregrinar varios kilómetros.
“Mirando a la Madrecita -dijo el cardenal Poli que salió para recibir a los peregrinos-, le vamos a pedir por los que peregrinaron y por los que se pusieron al servicio de la peregrinación”.
“Vamos a darles las gracias por la fuerza que tuvieron para llegar a Luján y poder celebrar esta fiesta. Pero esas son las gracias que atrajo la Madre para cumplir esta peregrinación espiritual, esta reserva religiosa que tiene nuestra Patria, estos valores tan lindos de nuestra fe”.
El arzobispo animó a los peregrinos a regresar a sus casas renovados en la Fe: “A partir de hoy, comienza de vuelta la peregrinación de la vida, la que tiene más espinas que rosas, y necesitamos las gracias espirituales y materiales para seguir caminando en esta vida”.
“Así que, giren un poquito la cabeza y miren a la Madre”, pidió el cardenal Poli a los peregrinos.
“Madrecita, Madre de Luján, tú que nos quieres a todos te pedimos que le pidas a Jesús, Vos que te la pasás pidiendo por nosotros, que nos conceda lo que necesitamos para seguir caminando en la vida”, concluyó.
La manifestación de fe popular comenzó formalmente a las 8 del sábado 2 de octubre, con la salida de la imagen peregrina de la Virgen desde el santuario San Cayetano de Liniers, aunque desde la madrugada numerosas personas comenzaron a salir rumbo a Luján, tal la sugerencia de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular para evitar aglomeración de gente.
La imagen peregrina de la Virgen, bendecida por el papa Francisco en 2013, salió del santuario de San Cayetano tras la bendición del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Juan Carlos Ares, y luego fue transportada en camioneta hasta Morón, donde la recibió el obispo local, monseñor Jorge Vázquez.
Luego siguió hasta la Plaza Buján, en Paso del Rey, donde permaneció todo el sábado para ser venerada por los peregrinos y llegó a Luján este domingo minutos antes del inicio de la misa presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli.