Las víctimas mortales subieron a 359. El Isis ha reivindicado la masacre provocada por siete explosiones en iglesias y en hoteles.
El doloroso balance de los fallecidos en los atentados del pasado domingo de Pascua en Sri Lanka subió a 359. Tres iglesias católicas y varios hoteles fueron atacados con explosiones provocando, además, más de 500 heridos, muchos de los cuales no pudieron mantenerse con vida. De acuerdo al último balance, 39 de los fallecidos son extranjeros.
Los atentados fueron reivindicados por el Isis y las primeras investigaciones indican que se trató de al menos nueve atacantes suicidas que se inmolaron con explosivos. “Varios de ellos estudiaron en otros países, con grados universitarios y de posgrado que indicaban que esta era gente bien formada”, aunque no se precisó la nacionalidad de todos los implicados. Uno de ellos, sin embargo, se pudo verificar que cursó estudios en el Reino Unido y Australia. Las autoridades están buscando conexiones con todos los países vecinos.
Hasta el momento, 60 personas originarias de Sri Lanka han sido detenidas con relación a los atentados, pero las autoridades no respondieron a la pregunta de periodistas sobre la presencia de un sospechoso con pasaporte sirio.
Los investigadores tratan de determinar quiénes son los responsables de los atentados, reivindicados ayer martes por el Estado Islámico, que fueron inicialmente atribuidos al grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ).
La cadena de ataques ocurridos el domingo comenzó con seis explosiones casi simultáneas en tres hoteles de lujo y una iglesia en Colombo, la capital. Hubo otras dos explosiones en sendas iglesias de otras dos ciudades. Horas después, una séptima detonación tuvo lugar en otro pequeño hotel.
El presidente del país, Maithripala Sirisena, ha anunciado una reestructuración es las próximas horas de las agencias de inteligencia, Policía, y las Fuerzas Armadas, luego de que se confirmase que habían recibido información sobre los ataques horas antes de que fueran cometidos, sin embargo, no la notificaron a las autoridades del Gobierno.
Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil (de la minoría que se identifica con el hinduismo) y el gobierno (vinculado con la mayoría budista, que representa un 70% de la población), un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que causó, según datos de la ONU, más de 40 mil civiles muertos. Los islámicos en Sri Lanka, son una minoría que apenas supera el 7% de la población, por lo que ha provocado sorpresa el hecho que algunos de sus miembros se vincularan al ataque que el Isis pretendió presentar como una represalia por la matanza de musulmanes ocurrida en Nueva Zelanda por manos de un supremacista blanco.