Uruguay fue eliminado de la Copa América.
Cuando un grande, como Uruguay, cae, el ruido sin dudas es mayor. Hacía 19 años que los charrúas no tenían un pobre desempeño como el de esta Copa América Centenario. Y cuando el plantel está conformado por figuras internacionales como Muslera, Godín, Cavani y Suárez el asombro aún es mayor.
La Celeste cuenta con el liderazgo del profesor Oscar Tabárez, quien lleva 166 partidos conduciendo al seleccionado, a lo largo de los cuales consiguió enamorar al pueblo uruguayo con su equipo, desde aquel histórico cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica, pasando por el título en la Copa América 2011 en suelo argentino.
Desde el comienzo el propio entrenador había manifestado que su prioridad son las Eliminatorias, las cuales justamente Uruguay lidera junto a Ecuador. No es descabellada la idea si se piensa que el combinado charrúa ha sido una fija en los últimos repechajes para conseguir de manera angustiante una plaza para la competencia máxima.
Con Suárez, el goleador del Barcelona, lesionado, sin dudas el ataque uruguayo se vio disminuido, más allá de las claras situaciones con las que contó Cavani ante Venezuela y que podrían haber cambiado la historia. De hecho, el propio Suárez se mostró enojado por no ser tenido en cuenta en un momento clave como el de ayer, pero Tabárez, con su habitual firmeza, explicó que no pone jugadores lesionados y que lo quiere bien para las Eliminatorias (el delantero llevaba 18 días de recuperación del desgarro sufrido en la final de la Copa del Rey con su equipo).
Uruguay vive hoy una inevitable renovación de jugadores, nutrida por la experiencia de los futbolistas mencionados. ¿Debe ser una alarma esta temprana eliminación? Puede ser. Sin embargo, el objetivo del cuerpo técnico parece ser otro y nada menos conveniente, en este momento, que se le caiga con dureza a un grupo tan acostumbrado a los reveses deportivos como al temple para superarlos.