La comunidad palotina de la parroquia San Patricio, en el barrio porteño de Belgrano, recordó una vez más a los tres sacerdotes y dos seminaristas asesinados en la llamada “Masacre de San Patricio”, el 4 de julio de 1976.
A 42 años de su muerte, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, presidió una misa “para hacer memoria de los hermanos nuestros que fueron asesinados por odio a la fe”.
“Hubo quienes querían un modo de vivir la fe puertas adentro, una Iglesia arrinconada en la sacristía, un ritualismo externo y vacío”, señaló, en referencia al momento histórico en que los religiosos fueron asesinados.
”La irracionalidad de la violencia homicida no tiene explicaciones convincentes. Nunca hay motivos para ir contra la vida de nadie. Cada uno de ellos, al igual que nosotros, formamos parte de un Plan del Amor de Dios”, afirmó, y recordó que “en la madrugada del 4 de julio de 1976 el infierno abrió sus puertas, pero no se apropió de 5 vidas. El amor es más fuerte que la muerte”, concluyó.
Concelebraron la misa el párroco de San Patricio, padre Pablo Bocca SAC, el padre Rodolfo Capalozza SAC, sobreviviente del ataque, el sacerdote Juan Sebastián Velasco SAC, postulador de la causa de beatificación y demás sacerdotes de la comunidad palotina.
El padre Velasco agradeció especialmente los saludos del rector general de la Sociedad del Apostolado Católico, padre Jacob Nampudakam y del consultor general, padre Denilson Geraldo, doctor en Derecho Canónico, quien se encuentra en Roma asesorando la nueva presentación que se hará en el marco de la causa de beatificación, lo que esperan sea un paso importante.
En esta ocasión, además de la misa se colocaron en la vereda de la parroquia tres baldosas en memoria de los cinco palotinos: los sacerdotes Pedro Dufau, Alfredo Leaden y Alfredo Kelly, y los seminaristas Emilio Barletti y Salvador Barbeito. Una de las baldosas reproduce la frase pronunciada en 2001 por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, durante la homilía en el 40º aniversario de la muerte de los cinco: “Las baldosas de este solar están ungidas con la sangre de ellos”.
El homenaje estuvo encabezado por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Asistieron además miembros de la comunidad, vecinos y allegados de las víctimas, organismos de Derechos Humanos y representantes de organizaciones sociales, políticas, culturales y religiosas.
Fuente: AICA
Para conocer más sobre la historia de los “mártires palotinos” puede leer “El Honor de Dios”, de Ciudad Nueva.