Una nueva matanza en los Estados Unidos y el silencio de Trump

Una nueva matanza en los Estados Unidos y el silencio de Trump

Un hombre entró disparando en la sede de un diario de Annapolis, asesinando a cinco personas. El presidente no respondió a preguntas sobre este hecho.

Fue un gesto de venganza, fruto sin duda de algún grado de insania, el del asesino que se introdujo en el diario local de Annapolis, el The Capital Gazette, disparando con una escopeta y matando a cinco personas. La enésima matanza en los Estados Unidos, esta vez tiene a periodistas como víctimas y un hombre por lo visto desequilibrado. Jarrod W. Ramos en 2015 perdió un juicio por difamación contra el medio de prensa, que había informado de que era culpable de hostigamiento a una mujer a través de las redes sociales.

Blanco, de 38 años, ha sido un asesino letal, pues entre 60 y 90 segundos fueron necesarios para matar a las víctimas y herir a otras dos gravemente. La policía llegó rápidamente a la sede de The Gazette y pudo detenerlo sin que ofreciera resistencia. Más allá del tweet en el que manifiesta recordar y orar por las víctimas, el presidente Donald Trump, entre los defensores de la difusión de armas entre los civiles, no respondió a las preguntas de la prensa sobre esta nueva masacre. Meses atrás, luego de otro ataque armado en una escuela, el presidente consideró que de haber estado armados los maestros, las víctimas mortales habrían sido menos.

Pero el hecho es que, periódicamente, resentidos y desequilibrados, locos y algún más raro terrorista tienen la posibilidad de armarse con extrema facilidad y sembrar de dolor y de muerte una comunidad. Trump, como suele hacer, sigue tapando el Sol con un dedo, aprovechando del poder que tiene como mandatario de pronunciar la última palabra dándose a sí mismo una razón que a todas luces no tiene. Un floreciente mercado de armas distribuye en una población de 320 millones de habitantes una cantidad de armas que superan ese número. El lobby de las empresas que las fabrican, además, contribuye generosamente a las campañas electorales de los políticos que defienden el principio de que los ciudadanos tengan acceso incluso a armas de guerra. Entre los beneficiados, y con una suma multimillonaria en dólares, el proprio Donald Trump. Suficiente para que el presidente evada las preguntas de los periodistas sobre una enésima matanza.

Deja un comentario

No publicaremos tu direcci贸n de correo.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.