La decisión no respetó la letra constitucional. Kenji, hijo de Fujimori, entre los suspendidos. Su hermana, Keiko, es la promotora de la iniciativa.
El Congreso de Perú ha suspendido como legislador al hijo menor de Alberto Fujimori, Kenji, junto con otros dos diputados, mientras sea investigado por el delito de tráfico de influencias.
La decisión ha sido tomada en modo polémico por el Congreso, puesto que su presidente no aclaró el quórum necesario para la votación, en la que tuvo un rol fundamental el Fuerza Popular, el partido del que es miembro Kenji y que es liderado por su hermana Keiko, a favor de la suspensión.
Kenji lideró un grupo disidente de legisladores de Fuerza Popular que consiguió en Navidad del año pasado la concesión del beneficio de la prisión domiciliaria para su padre, ex dictador, condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad. A la medida se oponía su hermana Keiko, celosa del liderazgo de la agrupación política que conduce. El apoyo de Kenji fue necesario al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski quien estaba lidiando con un intento de destituirlo. Los votos de los rebeldes de Fuerza Popular le fueron necesarios para mantenerse en el poder. Sin embargo, en marzo volvió a ser cuestionado en un nuevo juicio político. Kenji volvió a trabajar en favor del presidente consiguiendo votos o abstenciones de legisladores. Aparecieron videos y audios en los que Fujimori junto con un ministro de Kuczynski trafican influencias a cambio de apoyos. El escándalo obligó a las dimisiones del mandatario.
Ayer el Congreso debía votar dos cuestiones: si avanzar en una causa contra los acusados de comprar votos y si mientras sean procesados deben ser separados del cargo. En el primer caso era necesaria la mitad más una de los votos de los presentes, en el segundo los dos tercios de los 130 legisladores. En ambos casos los diputados votaron a favor de la moción, sin embargo, el presidente del Legislativo hizo una interpretación de las normas relativas al quórum de la votación que han suscitado polémicas y dejan la impresión que el objetivo era castigar al hermano de la líder de Fuerza Popular, más allá de que las evidencias contra él son graves.
Es un nuevo capítulo de una historia que podría transformarse en una serie televisiva sobre el poder político o en un drama shakesperiano, en el que dos líderes del mismo partido, luchan entre sí, estando a favor o en contra de su padre, ex dictador del país. La realidad de la política peruana supera la ficción y evidencia una profunda crisis que está lejos de haber superado.
