Lo indica un documento elaborado por la FAO y la OCDE.
América Latina y el Caribe podría acabar con el hambre para el año 2025, según el informe preparado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los datos contenidos en el documento Perspectivas agrícolas 2016-2025 señalan que en un escenario en el que se mantengan las políticas actuales y siga la tendencia al crecimiento de la productividad agrícola, la población mundial de personas subalimentadas debería caer de 11 por ciento a 8 por ciento en diez años. Esta misma tendencia, en la región de América Latina y el Caribe implicaría que la cantidad de personas subalimentadas se reduciría a menos del 5 por ciento, que es el umbral bajo el cual la FAO considera el hambre efectivamente erradicada.
Las proyecciones de OCDE-FAO coinciden, además, con el objetivo declarado de la región de acabar con el hambre al año 2025, un compromiso respaldado por el principal órgano de integración regional, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). “Esta región fue la primera en comprometerse no sólo a disminuir sino erradicar totalmente el hambre”, dijo el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez.
Benítez dijo que los frutos de esta determinación temprana permitió que la región lograra los mayores progresos en términos de seguridad alimentaria, alcanzando las dos metas internacionales de reducción del hambre: la de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. La principal hoja de ruta que la región ha asumido para poner fin al hambre al año 2025 es el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC, que está siendo implementado por los países de la región.
“No sólo nos hemos vuelto una potencia agrícola, lo que es aún más importante es que los países han creado una serie de políticas públicas innovadoras enfocadas en quienes sufren hambre, respaldados por estrategias de erradicación del hambre a nivel local, nacional y regional”, dijo Benítez.
Al colocar el foco en las poblaciones más vulnerables, América Latina y el Caribe han logrado sacar a más de 31 millones de personas del hambre en las últimas décadas, reduciendo el porcentaje actual de subalimentación regional al 5,5 por ciento de la población.
Volviendo al plano global, según el análisis de línea de base del informe Perspectivas Agrícolas, en un escenario donde las condiciones actuales no cambian, el número total de personas subalimentadas en el mundo se reduciría de los actuales 800 millones a menos de 650 millones en 2025, es decir aproximadamente el 8 por ciento de la población estimada. Lo que indica que, en contraste con la situación regional, sin medidas decisivas el hambre global no será erradicada en 2030, la meta acordada como meta por la comunidad internacional a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
