Desde hace años la capital está sometida a bombardeos con más de mil muertos, niños incluidos. Algunos testimonios directos desde Damasco.
El guión se repite. Cada vez que el Gobierno de Siria lleva a cabo avances contra los terroristas que han ocupado zonas de territorios desde las cuales atacan a militares y civiles, desde Occidente los medios de prensa, sin verificar las fuentes de información, comienzan una “campaña humanitaria” tratando de sensibilizar la opinión pública sobre las víctimas civiles. Como lamentablemente ocurre en todas las guerras, los civiles son las primeras y más cuantiosas víctimas. Pero el problema se genera cuando las víctimas provocadas por una parte son fruto producto de actitudes inhumanas y no así cuando por ejemplo son provocadas por la coalición liderada por los Estados Unidos, de la que participan Reino Unido, Francia, y también Arabia Saudita, es decir, los principales actores de esta guerra que pronto cumplirá ocho años.
Está ocurriendo lo mismo respecto de los ataques para liberar Ghouta, el suburbio de Damasco ocupado por los terroristas desde los comienzos del conflicto. Una verdadera campaña está inundando los medios y las redes sociales presentando la ofensiva como un acto de crueldad destinado a golpear a los propios civiles, sosteniendo que la zona es habitada por opositores del Gobierno de Siria.
Testimonios directos de religiosos y religiosas que viven en Damasco, desmienten esta versión y confirman que las cosas están siendo presentadas en modo parcial. Sor Yola Girges pertenece a las misioneras del Corazón Inmaculado de María, que trabajan en la capital siria. Con sus hermanas espirituales vive en un barrio cristiano de Damasco y se indigna ante la manera de presentar las cosas en Occidente. El periodista Fulvio Scaglione, siempre atento en verificar la información, la entrevista por teléfono. Sor Girges cuenta que en ese momento se está celebrado el funeral de 12 civiles de la capital muertos por misiles disparados por los guerrilleros rebeldes desde Ghouta. “Hace unos días otro cohete ha impactado en un edificio haciendo explotar todas las ventanas. Desde hace semanas, cuando salimos de casa no sabemos si regresaremos”. Agrega que “los terroristas disparan a la hora en que en los colegios terminan las clases para crear más pánico. Sólo en nuestro jardín de infantes, el año pasado perdimos a cuatro niños muertos por un mortero junto a su papá y en 2012 murieron en la calle una niña con su mamá, que era nuestra catequista, por el disparo de un cohete. Sin contabilizar los niños heridos o traumados. Sin embargo, de ellos no se habla, nadie dice nada. ¿Quién se ocupa de nuestros muertos?”.
La religiosa explica que el área de Ghouta abarca 1.800 km2, y en estos años los cohetes que han lanzado desde allí han provocado más de 1.000 muertos entre civiles, tan solo en Damasco. “¿Durante cuánto tiempo se podía soportar esto? Todos saben que los militantes de Isis y de Al Nusra (Al Qaeda) se han concentrado allí con sus familias, que usan como escudos humanos (…). Nadie quiere que mueran civiles, en ningún lado. Pero está claro cómo proceden”.
El portal italiano de noticias L’Antidiplomatico también cita una voz discordante sobre la versión que se difunde de este episodio bélico. Es la del sacerdote salesiano sirio, el Padre Mounir, quien sostiene que se está presentando “solo una cara de la medalla” y que “nadie se preocupa por nuestro drama”. Ordenado en Italia hace 5 años, el religioso decidió regresar a su país para servir a su gente. Actualmente, está a cargo de un oratorio en Damasco, donde concurren más de 1.200 jóvenes. “Yo sé que el Gobierno sirio no lo integran santos ni ángeles, hay corrupción como en cualquier otro país. Pero deben entender que la mayoría de la población, que sufre como y más que otros, confía en este gobierno, pese a sus errores. En cambio, ustedes los europeos apoyan a los terroristas que atacan a la gente inocente”.
Mounir espera que el ataque final se produzca pronto para liberar Ghouta “como ha sido liberada Alepo”. El salesiano desmiente que el suburbio esté habitado por víctimas perseguidas por el régimen. “Es al revés. Desde hace años disparan misiles contra la capital, asesinando a inocentes, a pobres civiles. ¿Cuántos son los niños muertos en la capital de los que nadie habla? No se trata de milicianos de la oposición, son terroristas, vienen de todas partes del mundo y el ejército sirio tiene derecho a defender la dignidad de los sirios y el país”.
Lamentablemente, las redes sociales están viralizando la visión parcial de los hechos que los medios, en modo irresponsable, no se encargan de verificar. De hacerlo, deberían conectar entre ellos hechos bien conocidos: en la gran parte de los casos, la principal fuente aceptada sin cuestionarla, es el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos que, como hemos señalado varias veces, trabaja desde el Reino Unido y está conformado por una única persona y se sospecha que sea financiado por el Gobierno británico. La semana pasada, Ciudad Nueva ha señalado el escándalo de la financiación por parte de este Ejecutivo de AL Qaeda a través de ong complacientes. Son verdades incómodas destinadas a aparecer en las páginas internas de los diarios, dejando para las portadas versiones parciales de los hechos.
En esta trampa mediática cae mucha gente que reacciona ante las imágenes chocantes ad hoc que, en estos casos y solo en éstos, aparecen con sospechosa puntualidad. Las fake news (noticias falsas) se han transformado en un arma de guerra.