Jorge Glas, quien proclama su inocencia, es acusado de haber recibido 13 millones de dólares en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Desde ayer el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, permanece bajo arresto acusado por la justicia de estar vinculado con el caso de los sobornos pagados por la constructora brasileña habiendo conformado una presunta asociación ilícita.
Desde el comienzo del mandato del presidente Lenin Moreno, Glas ha sido progresivamente despojado de sus facultades posiblemente en previsión de la evolución de su situación judicial. Ayer el juez de la Corte Nacional, Miguel Jurado, ordenó su captura y dictó prisión preventiva acogiendo la petición de la Fiscalía. Ahora solo tenía prohibición de salida del país.
Glas sostiene que no hay pruebas y más bien “indicios forjados” y esperó en la ciudad de Guayaquil que fuera arrestado y conducido a una cárcel de la capital, Quito. “No voy a escapar. Los inocentes jamás huimos”, afirmó el acusado protestando su inocencia.
Glas insiste en que es víctima de un operativo político y que en ello está la mano del propio presidente Moreno, quien integra su mismo partido político, Alianza PAIS. Por su parte, las autoridades partidarias, están estudiando si pedir a Glas que renuncie a su cargo para enfrentar el proceso que lo espera y hoy podría haber un pronunciamiento.
El vicepresidente es acusado, junto con su tío Ricardo Rivera, de haber recibido al menos 13 millones de dólares de Odebrecht, con el fin de que la empresa se adjudicara obras de envergadura que realiza en el país. Un delator brasileño ha señalado a los dos parientes como inseparables, parte de la misma trama corrupta. En los documentos presentados, aparecen códigos, se relacionaban pagos, apodos, obras y beneficiarios. José Conceição Santos Filho, el delator ex dirigente de Odebrecht, dio su versión desde Sao Paulo por videoconferencia.