En una nueva grabación difundida por la prensa, el titular de la cartera de Transparencia se despacha contra los investigadores del escándalo Petrobras.
No han transcurrido tres semanas desde que Michel Temer asumió interinamente como presidente de Brasil y dos ministros han renunciado ante la difusión de grabaciones en las cuales intervienen en el mismo tema: las investigaciones por el gigantesco escándalo Petrobras. El titular de la cartera de Transparencia, Fabiano Silveira, fue grabado durante una reunión en casa del presidente del Senado, Renan Calheiro (del PMDB, el mismo partido del presidente Temer) dando instrucciones para orientar la defensa al titular de la Cámara Alta y al ex presidente de Transpetro, Sergio Machado, y formulando además críticas a la persistencia de las investigaciones de la justicia.
Las desmentidas oficiales acerca de la grabación, sirvieron muy poco. Los propios funcionarios de la cartera de Transparencia salieron a protestar ayer con una sugestiva “barrida” del despacho de Silveira quien más tarde tuvo que renunciar al cargo.
Se repiten los protagonistas de un episodio parecido. La semana pasada la prensa difundió otras dos grabaciones. En la primera el ministro de Planificación, Romero Jucá, le manifestaba a Sergio Machado la necesidad de apartar a la presidenta Dilma Rousseff para luego pactar políticamente un freno a las investigaciones. El ministro tuvo que dimitir en cuestión de horas no pudiendo negar la autenticidad de la grabación (que no parece haber sido una intervención telefónica). Sucesivamente, siempre Machado, aparece conversando con el presidente del Senado, Calheiros, con quien coincide en la necesidad de que una vez instalado Temer en el poder se intervenga para frenar las delaciones de los encarcelados por el escándalo que brindan la información en su conocimiento a cambio de una reducción de la pena.
Los personajes de la historia se repiten porque Sergio Machado sería quien grabó las conversaciones y ahora las está utilizando para obtener un descuento de la pena, siendo investigado por la justicia en el marco del escándalo Petrobras. Por otro lado, el objeto de las conversaciones grabadas confirma que entre los dirigentes del PMDB, del que Jucá es presidente en reemplazo de Temer, y del que también es miembro Calheiros, hubo una clara intención de apartar a la presidenta Dilma Rousseff con el objeto oculto de poner frenos a los avances de la justicia en sus investigaciones por los sonantes casos de corrupción. Tanto Temer como Calheiros, en efecto, están siendo investigados, al tiempo que más de 50 políticos y empresarios han sido arrestados y algunos condenados. Estos episodios cuestionan la legitimidad de un Ejecutivo conformado el pasado 12 de mayo.