El luminoso y colorido espectáculo “Street Light” del grupo internacional Gen Rosso. Las voces de algunos de los jóvenes presentes.
Personas de todas las edades. De niños a gente mayo se congregaron en el Centro Cultural Roberto De Vicenzo de Berazategui. Pero fueron los jóvenes quienes tuvieron gran protagonismo junto al Gen Rosso, este grupo internacional que tiene más de 40 años de vida, que renueva sus integrantes pero que mantiene y acrecienta la potencia de su mensaje de no violencia, de amor, fraternidad y tantos otros valores a través de la música y el arte.
El Gen Rosso fue capaz de incorporar a más de 120 jóvenes, en apenas tres días de trabajo, a un musical que lleva más de 10 años como es “Street Light”. Una obra que narra la historia de Charles Moats, un joven perteneciente a un gueto de Chicago en los convulsionados y violentos años 60, que conoce el ideal de la unidad, quiere apostar su vida a la construcción de un mundo unido y que sus decisiones radicales se convierten en signo de contradicción para sus antiguas amistades, quienes terminan asesinándolo. Una historia fuerte, conmovedora.
En casi dos horas de show de buena música, baile e iluminación, se percibe los estados de ánimos por los que todo joven puede pasar cuando empieza a tomar decisiones trascendentes en su vida.
El espectáculo, que forma parte del proyecto Fuerte sin Violencia, comenzó con un didáctico y potente mensaje del papa Francisco dirigido a los jóvenes de Fazenda da Esperança -asociada al Gen Rosso para promover este proyecto- que lleva más de 30 años acompañando a jóvenes en la recuperación de adicciones. Bergoglio, con la simpleza que lo caracteriza, invitó a los “muchachos y muchachas a ponerse de pie”. “Dios nos creó para estar de pie y lo que nos sostiene es la Palabra de Jesús”, explicó enseñando con unos pequeños muñequitos sobre su escritorio que de la única manera que podían estar parados era sosteniendo un mini Evangelio.
Gen Rosso dio lugar sobre el escenario a muchos de estos jóvenes dispuestos a ponerse de pie y volver a convertirse en protagonistas de sus vidas. Y así inició su visita a la Argentina, dentro de una gira que comenzó la semana anterior en Uruguay, y continuará por Córdoba, Tucumán (cerrará además el espacio joven del Congreso Eucarístico Nacional), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Asunción (Paraguay).
Las voces de algunos de los presentes:
Germán: “La unidad y el amor fueron muy intensos. Descoordinábamos, era imposible en tres días, pero paso. Cosa de Dios”.
Federico: “Necesitaba un signo para entender por qué estaba acá. Pero cuando vi la felicidad de todos después de estar en el infierno con las drogas, tenía una felicidad que nadie me la quita”.
Martín: “Lo que más rescato, vernos a todos en unidad, veíamos la posibilidad de vivir algo muy lindo sin necesidad de drogas”.
Pablo: “Quiero dar gracias por el apoyo. Una gran paciencia. El show muy lindo y fortificador. Gracias a Fazenda, Focolares y Gen Rosso. Son una ventana que muestra al mundo que este ideal es posible”.
Natalia (Alumna María Auxiliadora): “Todo pasa por algo y realmente tenía que estar acá y así compartir con otros. Todos tenemos una cruz, el arte nos sacó todo lo malo de adentro. Detrás de todo, aprender de la confianza del uno en el otro.”
Pb. José Luis Monzón, sacerdote de Quilmes: “Muy buen espectáculo. Mucha integración entre el Gen Rosso y los chicos. Mensaje claro y el sonido, excelente”.
Pb. Jorge Cloro, Sacerdote de Quilmes: “Un espectáculo de alta calidad musical, con un excelente interpretación (…) Me llamó la atención la sincronización entre los jóvenes. Y por supuesto el mensaje positivo de poder cambiar”.
Fotos: Matías Blanco