En un referéndum celebrado el domingo pasado, la ciudadanía optó por ir cerrando las 5 centrales nucleares existentes para 2050, al tiempo que 1/3 de la energía producida deberá ser limpia.
En un referéndum realizado el domingo pasado en Suiza, el 58,2% de los votantes se pronunció a favor de la Ley de Energía que dispone abandonar el uso de energía atómica para 2050. La ley dispone que no se realizarán nuevas centrales nucleares, se cerrarán paulatinamente las cinco plantas atómicas activas en el país y se impulsarán planes de producción energética recurriendo a fuentes renovables. El proceso supondrá también ahorro energético.
Fruto de 5 años de trabajo, la ‘Estrategia Energética 2050’, como la ha llamado el Ejecutivo, fue lanzada en 2011 tras el accidente de Fukushima. Este domingo el plan fue respaldado por la ciudadanía.
La Ley de Energía había sido aprobada por el Poder Legislativo en 2016. La legislación suiza dispone que una ley que tiene el apoyo de las autoridades puede ser vetada por la ciudadanía, por la vía del referéndum facultativo. Un partido de derecha, y el más popular en el país, la Unión Democrática de Centro, se manifestó en contra de la Ley de Energía e impulsó el referéndum realizado este domingo.
La ley determina que el país deje de utilizar energía nuclear. Las actuales cinco plantas existentes, que producen 22,1 TW anuales, podrán seguir en funcionamiento mientras cumplan las normas de seguridad pero de aquí a 20 o 30 años deberán cerrar. La normativa también prevé reducir las importaciones de energía fósil, garantizar el futuro del aprovisionamiento, adecuar el sistema energético a los nuevos desafíos del sector, entre ellos, la caída del precio y el rápido progreso tecnológico, además de la competencia de producción energética del exterior. El tercio de energía que hoy se produce con centrales nucleares, será compensado con ahorro energético (a nivel de más de un 40% menos de energía por persona) y el faltante será cubierto con producción proveniente de fuentes renovables.
La producción de centrales hidráulicas, que era de 36,2 TWh en 2015, deberá subir a 37,4 TWh en 2035. Pero el gran salto será impulsar las nuevas energías renovables (solar, eólica, geotérmica y de biomasa). Esa producción debe pasar en el mismo periodo de 1,7 a 11,4 Twh. Para 2050, las fuentes renovables deberán cubrir casi un tercio de la demanda de energía. Un pequeño incremento del costo de la boleta por kwh financiará los costes del cambio para incrementar fuentes menos contaminantes.
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