Un primer balance arroja 11 muertos, más de 1.000 viviendas destruidas y 3.700 damnificados. Desde hoy habrá otro súper avión luchando contra los 113 incendios activos. La solidaridad activa decenas de iniciativas para la reconstrucción.
En Chile más de 4.500 brigadistas respaldados por unas 40 aeronaves (entre aviones, avionetas y helicópteros) sigue luchando denodadamente contra el fuego. La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) entregó este lunes un nuevo balance de los incendios forestales que afectan al país, cifrando en 366 mil las hectáreas destruidas y en más de 3.700 el número de damnificados.
En el detalle, el organismo informó que 55 siniestros se encuentran controlados, 58 continúan en combate y 11 ya fueron extinguidos. A su vez, se registran 1.108 personas albergadas, 3.782 damnificados, 1.012 viviendas destruidas, mientras que la cifra de fallecidos se mantiene en 11, varios de los cuales rescatistas, carabineros y bomberos.
Las estimaciones de otras fuentes señalan que desde julio pasado, cuando comenzaron los incendios, se han perdido 500.000 hectáreas de bosques en el centro-sur del país.
En cuanto a las alertas, 14 comunas mantienen alerta roja, una provincia y dos regiones; con amarilla hay tres comunas, una provincia y dos regiones; y con alerta temprana preventiva hay seis regiones.
Desde hoy se encuentra en el país un nuevo gigante del aire que colaborará en la lucha contra el fuego. Se trata del Ilyushin-76, un avión ruso capaz de arrojar más de 40 toneladas de líquidos desde baja altura, capaz de aterrizar en pistas más cortas, lo que permitirá desplegarlo en más zonas críticas. La nave ha sido puesta a disposición por el gobierno de Rusia. Desde el jueves pasado comenzó a operar un Boeing 747, Supertanker, que arroja más de 70 mil litros de líquido en cada viaje.
Varios países han enviado ayuda a Chile para combatir los gigantescos incendios. Brigadistas y expertos han llegado de Colombia, Argentina, Perú, España, Francia, Portugal, México, al tiempo que los Estados Unidos enviaron 100.000 dólares.
La solidaridad está movilizando a los chilenos dentro y fuera del país. El Banco Estado abrió una cuenta para ayudar a los damnificados, mientras que organizaciones como el Hogar de Cristo que lanzó una campaña para reunir 1.000 millones de pesos (unos 1,8 millones de dólares) para reconstruir viviendas. La gran parte de las casas destruidas, pertenecen a la localidad de Santa Olga, un pueblo de 5 mil habitantes completamente arrasado por las llamas. Habrá partidos de fútbol y conciertos musicales para reunir fondos y socorrer a los damnificados.