Moscú ha desplazado a los Estados Unidos en la crisis de Medio Oriente, ha modificado alianzas atrayendo a Turquía, Qatar y Egipto, consigue una tregua y anuncia un proceso de paz.
El anuncio de una tregua alcanzado entre los grupos combatientes en Siria realizado por el presidente ruso Vladimir Putin está indicando mucho más que el mero alto al fuego.
El punto de partida es que este conflicto ha sido conducido por procura, en realidad casi en nombre de la OTAN, por grupos de guerrilleros de diferentes países con el liderazgo abierto de Turquía (miembro de la OTAN), el apoyo de las monarquías del Golfo Pérsico (Arabia Saudita y Qatar en especial) e impulsado por Francia, Reino Unido y Estados Unidos interesados en el derrocamiento del presidente Bachar Al Asad y el apoyo de Israel.
Mientras no ha cambiado la política oficial de los países occidentales, Rusia y Turquía anuncian esta tregua luego de liberar la segunda ciudad del país, Alepo, una verdadera debacle para los grupos yihadistas, en especial Isis y Al Nusra (Al Qaeda). No sólo la anuncian, sino que prescindiendo del liderazgo estadounidense aparecen como países garantes del alto al fuego y casi en alternativa al rol mediador de la ONU, controlada por los países occidentales, incluyen en la tregua la convocatoria de una ronda de negociaciones de paz en Kazajstán a la que, si quiere, Estados Unidos podrá unirse.
Pero hay todavía más. Moscú en estos últimos meses ha tejido hábil y pacientemente una nueva red de alianzas en la región, consiguiendo que Turquía deje de apoyar a los grupos más peligrosos, Al Nusra e Isis, manteniendo su oposición a los grupos kurdos sirios (vinculados a los kurdos turcos). El otro golpe importante es que Putin obtuvo el retiro de Qatar del conflicto, lo que implica el cese de la financiación y el apoyo logístico a los yihadistas (como, por ejemplo, el equipamiento de 32.000 camionetas Toyota).
Qatar ha sido atraído por Rusia como socio comercial al haber adquirido parte del paquete de la gigantesca petrolera estatal rusa Rosnef, lo que hace que el país del Golfo se una a la política energética rusa y hace a los dos países los más poderosos globalmente en la producción de gas. Los cambios de alianzas incluyen también el acercamiento con Egipto.
Rusia prácticamente ha modificado el tablero de Medio Oriente desplazando a una Casa Blanca errática, con escasa visión e incapaz de imponer su visión dentro de su propia administración. La reacción de Barack Obama de echar a 35 diplomáticos rusos parece más un gesto de rabia y una admisión de fracaso que fruto de una gestión racional.
La tregua implica la firma de 3 documentos entre Siria y 7 de los grupos rebeldes, que representan más de unos 60.000 yihadistas: Faylaq al-Sham (4.000), Ahrar al-Sham (16.000), Yesh al-Islam (12.000), Suvar agi-Sham (12.000), Yesh al-Muyahidin (8.000), Yesh Idlib (6.000), Yabhat al-Shamiyah (3.000).
Los 3 documentos firmados establecen que el cese del fuego comienza a partir de las 00 horas de hoy, detallan las medidas para que sea respetada y el despliegue de las fuerzas rusas y las condiciones de las negociaciones de paz que tendrán lugar en Astaná, capital de Kazajstán.
Irán y Egipto se asociarán a esas negociaciones, a las que Estados Unidos podrá incorporarse después de la investidura del presidente electo Donald Trump –el próximo 20 de enero–. También serán invitados a unirse al proceso Arabia Saudita, Irak, Jordania, Qatar y la ONU.
Este acuerdo quiebra en dos el frente de los yihadistas entre los que aceptan inclinar las armas y los que siguen obedeciendo a los objetivos de la OTAN y rechazan firmar la tregua, que no incluye el Frente Al Nusra (Al Qaeda) y el Isis. La Coalición Nacional de Fuerzas de la Oposición y de la Revolución (oposición siria en el exterior) anunció que apoya este acuerdo.
Se puede entender en este marco el asesinato del embajador ruso en Turquía y el ataque a la embajada rusa en Damasco, el 28 y el 29 de diciembre, como un intento de hacer fracasar este acuerdo por parte de los que se oponen al mismo, en especial Israel y Reino Unido, que con Francia y Estados Unidos no participan de la tregua.
En estos días, el presidente turco Erdogan acusó a Washington de apoyar a al-Qaeda y Daesh, acusación rechazada por la Casa Blanca, aunque Obama firmó el 23 de diciembre la ley fiscal de Defensa autorizando la entrega de armamento a la oposición en Siria.
Arabia Saudita, que no ha comentado este acuerdo, anunció que prestará ayuda a los refugiados sirios, supuestamente mediante la distribución de ayuda humanitaria, única y exclusivamente a través de las mezquitas que ha venido instalando en los campamentos de refugiados.
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Muy buena noticia; además Rusia desnudo toda una trama de complicidades y se consolido con un despliegue diplomático al menos de enorme peso, poniéndola en un papel protagónico descollante en el escenario internacional.
¿Y trump que hara?