El presidente Nicolás Maduro propuso a su par uruguayo, Tabaré Vázquez, reunirse para tratar el tema. Uruguay votó a favor de la suspensión del país caribeño.
La suspensión de Venezuela como miembro con voto en el Mercosur ha provocado reacciones en el Gobierno de Caracas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomó la iniciativa de solicitar una reunión con su homólogo de Uruguay, Tabaré Vázquez, con el que mantiene una buena relación además de un lazo de cercanía ideológica.
Maduro entiende así defender a Venezuela ante una decisión que considera como “injusta”. “Espero una respuesta de Tabaré Vázquez, espero que muy pronto conversemos”, dijo Maduro en cadena de radio y televisión. El jefe de Estado también señaló que si se convoca una plenaria del Mercosur, se presentará personalmente para defender a su país, debido a que los “han juzgado” y “declarado culpables” sin permitirles un “derecho a la defensa”. Asimismo, reiteró que “nadie” los va a sacar del bloque regional y que acudirán a todas las instancias internacionales para apelar la decisión que los deja sin voto en el Mercosur. “Han obrado de manera injusta, desproporcionada, ilegal, muy injusta y muy ilegal”, se quejó refiriéndose a los Gobiernos de Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina, y reiteró que su país ha cumplido con el 95 % de la normativa del Mercosur.
En realidad, según los demás socios del bloque, Venezuela no cumplió con unas 400 adecuaciones a la normativa del Mercosur y para ello se adujo el argumento de que el país tuvo 4 años de tiempo para realizar dicha tarea, a la que se le concedió una extensión del plazo que culminó el pasado 1 de diciembre.
Para Maduro la medida oculta una contraposición ideológica entre su país y Paraguay, Brasil y Argentina, al punto que calificó la medida de “decisión ideológica”. “Le impusieron al presidente Tabaré, con mentiras, este golpe de Estado de la triple alianza contra Venezuela”, dijo con cierta dosis de imprudencia el presidente Maduro, al punto que el propio presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, desmintió esa imposición: “Uruguay es muy consciente de lo que hace, porque lo que hace Uruguay y su Gobierno siempre está muy pensado, muy elaborado y muy fundamentado, reitero, sobre todo en elementos jurídicos y legales”.
Asimismo, Vázquez anunció su disponibilidad a reunirse con el presidente de Venezuela, con el que, afirmó, mantiene una muy buena relación. En este contexto, aclaró que su país considera que en Venezuela no se dan las condiciones para considerar aplicar la cláusula democrática, que impone suspender al Estado miembro en el que haya sido interrumpido el orden institucional democrático. Las decisiones políticas, sostuvo Vázquez, “no son irreversibles”, entendiendo que la suspensión del país no será definitiva.
Pese a las protestas, Venezuela deberá adaptarse a la normativa del bloque. Sin embargo, el problema de fondo es que su Gobierno mantiene un enfrentamiento con el Poder Legislativo, que la Justicia ha declarado en desacato por lo que sus decisiones serían viciadas de nulidad. Razón por la cual, si no se llega a un diálogo entre los tres poderes del Estado, la situación seguirá en el actual impasse.
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