Amistad por encima de las vacunas

Amistad por encima de las vacunas

La periodista de la DW Astrid Prange de Oliveira hace un interesante llamado a la cordura en medio de la situación del coronavirus. Reside en Alemania y afirma “ Mi enojo con los antivacunas desapareció; esto no puede salvar ninguna vida”. Astrid se manifiesta a favor de una mayor empatía y de mantener la mente abierta durante esta pandemia, algo que con el paso del tiempo se hace cada vez más complejo. 

Tiene un amigo que está internado en terapia intensiva con un coma inducido. Primero se contagió de COVID-19, luego sufrió una neumonía y luego una septicemia. Durante días, su amigo de toda la vida, lucha por respirar. La periodista teme por la vida del amigo, al igual que sus familiares y muchos otros amigos. “Probablemente se habría ahorrado el infierno de la respiración artificial y el coma si se hubiera vacunado. No lo hizo. No sé por qué. Sin embargo, de lo que sí estoy segura es de que, cuando lo vi en la unidad de cuidados intensivos, mi ira hacia los antivacunas desapareció, se desvaneció en el aire. Solo quiero que mi querido y buen amigo se recupere”.

Su lucha por la supervivencia es agotadora, tanto para los internados, como para todo su círculo cercano. Astrid grafica: “Siento que no hay espacio para la ira y la agresividad. Lo que queda es el vacío, el agotamiento, la desesperación y una pizca de esperanza. Cada análisis de sangre que mejora, cada antibiótico que funciona, alimenta el optimismo. La preocupación por un ser querido eclipsa todos los demás pensamientos”.

Un cubilete de emociones

La periodista señala que esta pandemia la hace reflexionar y la lleva hasta el límite. Ella le habría aconsejado a su amigo que se vacunara, pero él nunca manifestó sus dudas acerca de las vacunas. Prange de Oliveira es elocuente: “Ahora es inútil discutir sobre eso. Tampoco quiero seguir discutiendo sobre el tema. Estoy cansada y hastiada de las eternas discusiones entre los anti y pro vacunas, del debate sobre las restricciones de contacto, los confinamientos y las absurdas especulaciones sobre los supuestos autores intelectuales secretos de la pandemia”.

La estigmatización no ayuda

La vacunación salva vidas, pero la autocomplacencia y la prepotencia no. Una y otra vez, esta pandemia me impone un esquema amigo-enemigo. Una imagen distorsionada que no corresponde a la realidad y que no ayuda a nadie. Porque no todos los que no se vacunan -o que todavía no han hecho- son opositores a la vacunación. No todos los que llevan la mascarilla bajo la nariz son necesariamente reacios a usarla. No todo el mundo que va a una fiesta en tiempos pandémicos se transforma entonces en un superdifusor del virus.

Es difícil escapar de este pensamiento y esto es preocupante. Es necesario hablar con las personas que no se vacunaron sin estigmatizarlas. No es fácil, Astrid piensa en su amigo internado, y eso la ayuda a seguir insistiendo: “La empatía es más importante para mí que las ideologías y las creencias”.

Bendita solidaridad

Desde el comienzo de la pandemia, hace dos años, se ha producido una ola de radicalización política en Alemania. Pero también ha habido una ola de solidaridad social aún mayor. Sorprende lo fuerte que sigue siendo la cohesión social, a pesar de la enorme tensión de la pandemia. Especialmente en las unidades de cuidados intensivos.

Asrid concluye: “Estoy profundamente agradecida por ello. Porque sin esta solidaridad y empatía, no habría ninguna luz de esperanza en una pandemia que ya se ha cobrado la vida de más de cinco millones de personas en todo el mundo”.

Fuente: https://www.dw.com/es/la-amistad-es-m%C3%A1s-importante-que-la-situaci%C3%B3n-personal-de-vacunaci%C3%B3n/a-60254469

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