La segunda que “no viene llegando”

La segunda que “no viene llegando”

Con la diplomacia de la vacuna Sputnik V, Rusia llegó a varios países antes que China o Estados Unidos. El camino fue la venta de dosis a más de 50 naciones, reservando un millón de dosis para una decena de países amigos.

No todo es un camino de rosas: la Unión Europea postergó su autorización, mientras que la aplicación de la segunda dosis de Sputnik se demora en la Argentina y México.  

Los especialistas en vacunas elogian la calidad de la vacuna Sputnik V y la investigación del Centro Gamaleya. El problema del Kremlin es que pudo comprobar poco y nada, por la sencilla razón que los rusos se niegan a vacunarse.

Mientras que en EE.UU. se aplicaron 93 dosis cada 100 habitantes; China ya aplicó 63 dosis cada 100 personas; en Rusia, lleva solo 23. A ese ritmo de vacunación, alcanzará el 75% de población inmunizada, después de mediados de 2022.

En una carrera contra la tercera ola, las autoridades de Moscú decidieron imponer la vacunación obligatoria.

De acuerdo con sondeos, el 62% de los rusos no quiere vacunarse, porcentaje que crece al 75% en  los menores de 25 años. Una de las caras de ese problema es el escaso consumo de los fármacos producidos en Rusia. Esa desconfianza se traduce en cifras contundentes, según Pharma Manufacturing, en 2011 el 90% de los remedios consumidos en Rusia eran importados. En 2020, el 70% de los fármacos usados por los rusos llegó de otros países. 

La dependencia de las importaciones y la falta de inversión y tecnologización en el sector son dos de los motivos que están detrás de la demora del segundo componente de la Sputnik V: el logro científico del instituto Gamaleya no tuvo una matriz de producción que lo acompañara.

Otros especialistas explicaron que la diferencia entre el ad26 y el ad5 (primero y segundo componente de la vacuna),  es que el cultivo del segundo adenovirus requiere mucho más tiempo que el del primero.

A esto se suma la carencia de plantas, necesarias para cumplir con los contratos por 800 millones de dosis con los que se comprometió Rusia. Biocad, R-pharma, y Generium, los mayores laboratorios rusos, tuvieron que construir nuevas plantas y comprar biorreactores. Dimitri Morozov, CEO de Biocad aclara:  “Además la producción en sí es bastante compleja y hay que producir dos drogas diferentes”.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, admitió demoras y remarcó que “no es posible satisfacer absolutamente toda la demanda en el extranjero de inmediato” dado que “la prioridad absoluta es el consumo interno”, ya que Rusia enfrenta un aumento de nuevos casos. Pese a esto afirmó que “todas las obligaciones se cumplirán”.

Fuentes: https://edicionimpresa.lanacion.com.ar/article/281590948523557

https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/la-escasez-de-sputnik-v-tambien-afecta-a-rusia-suspenden-la-vacunacion-por-falta-de-dosis-nid26062021/

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