El camino de la escucha

El camino de la escucha

“La pastoral del oído”, como dice el papa Francisco, clave para encender la esperanza y animar los corazones.

Los cardenales presentes en el Cónclave que en marzo de 2013 eligieron al papa Francisco tenían en mente la necesidad de una reforma de la Curia Romana, y los primeros pasos del pontificado del nuevo obispo de Roma se han encaminado en esta dirección, en el intento de solucionar los problemas y escándalos financieros, y no solo. Este recorrido, después de ocho años, todavía no ha llegado a su fin, pero lo que se ha manifestado como evidente ya desde el primer momento ha sido el método que Francisco quiso emplear para activar el proceso de reforma: la colegialidad.

Ya desde el inicio de su ministerio petrino, el nuevo Papa ha querido asociar de manera especial a su responsabilidad de reforma de la Curia y del gobierno de la Iglesia universal un consejo de cardenales provenientes de los cinco continentes y de la misma Curia. Con ellos, Francisco ha tratado las reformas necesarias, a ellos les ha pedido evaluar las propuestas. El Papa, principalmente, los ha escuchado.

Ha sido claro desde el comienzo que el pontificado de Francisco no se caracterizaría por la realización de sus ideas o de sus programas. Cada reforma, cada cambio, de hecho, tendría que nacer de la escucha y de la oración. La Ecclesia Semper reformanda, en efecto, no se reforma simplemente con ideas geniales o buenas prácticas comerciales, no se cambia con la aplicación de “recetas” ni con refinadas estrategias pastorales o de marketing. Quien renueva la Iglesia es el Espíritu Santo, y para acoger y escuchar la iniciativa del Espíritu Santo son necesarias la oración y la conversión del corazón. Corazones que escuchan, abiertos a la iniciativa de Dios, una comunidad que escucha y que ora: este es el comienzo de toda verdadera reforma y de todo cambio real en el ámbito cristiano, en el cauce seguro de la tradición, un río que fluye caracterizado por la fidelidad siempre nueva al Evangelio en los tiempos que cambian.

Lo hemos visto también con la familia: el papa Francisco, consciente de la importancia y de la centralidad de la familia en la transmisión de la fe y como célula fundamental de la sociedad, ha querido dedicar un consistorio y dos Sínodos para discutirla, escuchar, orar, tomar decisiones. Incluso lo que ha sucedido con la Amazonía resulta significativo: los pasos, las reformas, las actualizaciones, no son fruto de decisiones políticas en base a mayorías o minorías, porque eso significaría desnaturalizar la esencia de la Iglesia. Y cada vez que en la Iglesia se inclinan hacia este tipo de lógicas, con posiciones opuestas que reproducen las propias de los partidos políticos y los pequeños grupos, se termina siempre, a la larga, por fomentar las divisiones.

La escucha de lo que el Padre sugiere a través del Espíritu Santo, la escucha de lo que sugiere la Iglesia toda, la participación de la comunidad, como ha comenzado a suceder para los Sínodos, son las señales de cuánto cree Francisco en la importancia de escuchar. La sinodalidad, es decir, la posibilidad de caminar juntos escuchando lo que el Espíritu Santo sugiere, es uno de los temas principales que caracterizan el actual pontificado. El redescubrimiento de la sinodalidad y de la colegialidad episcopal, en la línea del Concilio Ecuménico Vaticano II, nos hacen redescubrir un dato original de la tradición cristiana y un complemento esencial del Primado de Pedro.

Pero hay un aspecto todavía más importante y ciertamente fundamental para el tiempo en el cual vivimos. La escucha no es solamente una característica del vivir de la Iglesia. La escucha es también un camino para la evangelización. Tal vez sea hoy el camino más eficaz. Cuántas veces el papa Francisco ha sugerido a los obispos y sacerdotes, pero también a los laicos, la “pastoral del oído”, es decir, una cercanía, una proximidad capaz de escuchar. Para escuchar verdaderamente a alguien primero hace falta recibirlo, poniéndose a su disposición. Es preciso estar allí, para él. Hace falta estar presente y disponible para el otro con todo el corazón y con toda la mente.

¿Por qué la “pastoral del oído” es tan importante hoy? Porque vivimos en un tiempo en el cual todos hablan, todos comentan, todos manifiestan su opinión sobre todos los temas. Muchos usan las redes sociales para pronunciar juicios a veces hirientes, a veces irrespetuosos, ocultos detrás de un teclado. Nuestras sociedades se están transformando en aquellas donde cada uno “grita” las propias opiniones, pero donde casi nadie está dispuesto a escuchar. Por eso, encontrarse con alguien que te reciba y te escuche es el primer paso, es una gracia, un don, un consuelo. Antes de hablar, antes de anunciar, los cristianos saben acoger y escuchar. Y este acoger y escuchar es ya un anuncio del Evangelio, ya es testimonio. “Den testimonio del Evangelio, si es necesario también con la palabra”, era la invitación de san Francisco a sus hermanos que al Papa tanto le gusta repetir, recordándonos que el primer testimonio pasa por la actitud, la mirada, las acciones, el servicio, la aceptación, la escucha.

La escucha es el modo a través del cual quienes viven en nuestras sociedades pueden encontrarse en una mirada que anime y vuelva a encender la esperanza. Es la actitud que Francisco describió en el encuentro con los obispos de Brasil en Río de Janeiro, el 27 de julio de 2013: “Queridos hermanos, si no formamos ministros capaces de enardecer el corazón de la gente, de caminar con ellos en la noche, de entrar en diálogo con sus ilusiones y desilusiones, de recomponer su fragmentación, ¿qué podemos esperar para el camino presente y futuro? No es cierto que Dios se haya apagado en ellos. Aprendamos a mirar más profundo: no hay quien inflame su corazón como a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 32)”

*Director Editorial del Dicasterio de Comunicación del Vaticano.

Artículo publicado en la edición Nº 631 de la revista Ciudad Nueva.

Articulos Anteriores
Articulos Recientes
  1. EDELMIRA RIVERA RINCON 8 marzo, 2024, 15:45

    GRACIAS Y FELICIDADES. OREMOS POR NIUESTRO PAPA RANCISCO

    Reply

Deja un comentario

No publicaremos tu direcci贸n de correo.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.