¿Qué ves cuando me ves?

¿Qué ves cuando me ves?

Cuando la mentira es la verdad

Maurits Cornelis Escher (MCE) nació el viernes 17 de junio de 1898 en Holanda. Fue un dibujante excepcional, de aquellos capaces de generar ilusiones ópticas en las personas que observan sus obras.

Maurits recibió sus primeras lecciones de dibujo en la escuela secundaria. Aquel profesor también le enseñará la técnica del grabado, impulsando al joven Escher a inclinarse hacia el universo de las artes gráficas.

 ¿Quién baja, quién sube?

De 1912 a 1922 estudió en la Escuela de Arquitectura y Diseño Ornamental en Haarlem, donde el artista gráfico Samuel  Jessurun de Mesquita lo instruyó e influyó enormemente.

Entre 1922 y 1934, MCE vivió y trabajó en Italia. Luego se desplazaría a Suiza y Bélgica, antes de volver definitivamente a Holanda, donde murió en 1972.

El estilo de Jessurun de Mesquita, se intuye en MCE

M.C. Escher no es surrealista. Su obra nos acerca a universos imposibles, que presentan lo estructuralmente impensable como una ley de la naturaleza. Las ilusiones dimensionales y de perspectiva resultantes nos llevan a una confrontación con las limitaciones de nuestra percepción sensorial.

Su obra es apreciada por los científicos de la Reina de las Ciencias, por eso, el propio MCE afirmaba: “Me siento más próximo a los matemáticos que a mis colegas los artistas”.

Escher no poseía estudios matemáticos extensos,  por eso catalogaba a sus trabajos como juegos, pero “juegos serios”.

Sus obras se exhiben en oficinas de todo calibre. Una parte esencial de la obra de Escher la constituye la división regular del plano. Era una de sus obsesiones, omnipresente a lo largo de su intensa producción.

Escher dividía el plano en figuras diversas: pájaros, peces, murciélagos, reptiles o personas, como si fuesen piezas de un rompecabezas. En la mayor parte de sus obras, aparecen la dualidad y la búsqueda del equilibrio, la utilización del blanco y el negro, la simetría, el infinito frente a lo limitado. Hasta los publicistas se valen del estilo escheriano…

Interrogantes

Los criterios científicos, psicológicos o estéticos solamente no pueden hacerle justicia. Subyacen preguntas: ¿Por qué creó los cuadros? ¿Cómo los construyó? ¿Qué estudios preliminares fueron necesarios para que pudiese llegar a la versión final? ¿Cómo se interrelacionan entre sí sus imágenes? 

Más que respuestas, recorramos  la inimitable obra del  genial artista.

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