Pese que la economía se incrementó el 3 por ciento, las emisiones de este gas, sustancialmente, se estancaron. Hubo una caída importante en el uso de centrales energéticas a carbón.
Llegan buenas y menos buenas noticias desde la Cumbre Climática de Marrakech (Marruecos). La buena es que los expertos registran que pese al crecimiento de la economía global, en los últimos 3 años las emisiones de gas de efecto invernadero no ha crecido y se ha estancado. En el pasado el estancamiento ocurrió, pero siempre en circunstancias de crisis económica y no de crecimiento.
Si bien es bueno recordar que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero, procedentes del uso humano de los combustibles fósiles y el sector industrial, han alcanzado los mayores niveles históricos, la meseta alcanzada en 2014 marca un quiebre en la tendencia en tres años en que la economía se incrementó el 3 por ciento en promedio.
Otra noticia buena es que los países más contaminantes del planeta, China y los Estados Unidos, han reducido sus emisiones efecto del uso del carbón para generar electricidad. En el período comprendido entre 2004 y 2013, las emisiones se incrementaron en promedio un 2,3 por ciento al año. Este año se prevé un incremento del 0,2 por ciento, el año pasado fue del 0,06 por ciento y en 2014 fue del 0,7 por ciento, destaca un informe presentado en la Cumbre COP22 de Marrakech.
La noticia menos buena es que esta meseta está lejos de ser un resultado ideal. Para frenar el incremento de la temperatura de aquí a 2030 cada año las emisiones deberían reducirse casi del 1 por ciento. Y en este proceso China y Estados Unidos juegan un rol clave, puesto que entre los dos suman el 44 por ciento de las emisiones de gases contaminantes. El país asiático emite el 29 por ciento de los gases contaminantes. Sin embargo, luego que en hasta 2014 crecieran a un ritmo superior al 5 por ciento anual, la tendencia se ha invertido y el año pasado disminuyeron el 0,7 por ciento y se prevé que este año caerán otro 0,5 por ciento.
Las emisiones de los Estados Unidos cayeron el 2,6 por ciento el año pasado y se prevé que este año se reducirán el 1,7 por ciento. El país emite el 15 por ciento de las emisiones totales del planeta. La pronunciada reducción se debe al cierre de plantas de carbón que se han revelado un negocio inviable e impopular.
Los anuncios de Trump, de desandar las políticas del presidente Barack Obama en esta materia, no analizan lo real de la situación, ya que el descenso del uso del carbón en el país se debe a que los mercados no lo juzgan conveniente.
Luego de grandes esfuerzos para reducir las emisiones, la Unión Europea sorprendió con un incremento del 1,4 por ciento. El bloque emite el 10 por ciento de las emisiones globales y Alemania, Italia y Francia han sido los responsables de este incremento.