Las respuestas gubernamentales a los femicidios en Latinoamérica no han sido de lo mejor. En muchos casos se mostró indiferencia, y en tantos esto se sumó a la incompetencia para determinar las causas y los responsables.
Fiona Macaulay muestra algunos factores que contribuyen al desarrollo de las mejores prácticas de justicia penal en torno a los femicidios. La autora demuestra el impacto combinado de los esfuerzos regionales, la movilización del movimiento local de mujeres, los cambios en la ley y su aplicación, y la acción de los emprendedores de políticas dentro de las instituciones de justicia penal.
Este libro ofrece una historia nueva, refrescante y positiva de la región al rastrear la transformación de las respuestas estatales al femicidio en Brasil.
Es el primer estudio de un solo país que examina en detalle cómo la acción estratégica del movimiento de mujeres ha dado como resultado mejoras significativas en la investigación, el enjuiciamiento y la prevención de la violencia doméstica y el feminicidio.
Basándose en su conocimiento de coaliciones de interés pioneras que involucran a académicas feministas, ONG, activistas locales, burócratas, políticos, policías y fiscales, la autora revela cómo estos actores pudieron identificar, crear y utilizar espacios institucionales para garantizar un cambio positivo duradero.
Es de lectura insoslayable para activistas e investigadores interesados en estrategias prácticas para mejorar las respuestas de la justicia penal a la violencia de género, la reforma policial con conciencia de género, la criminología comparada y la dinámica social e institucional de la violencia en América Latina.