El padre Augusto Zampini, secretario del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y coordinador de la nueva “fuerza de tareas” creada por el papa Francisco para responder a la pandemia, brindó una entrevista al programa “Claves para un mundo mejor”, que se emite por canal 9.
En una entrevista al programa televisivo “Claves para un mundo mejor”, que se emite por canal 9, el padre Augusto Zampini, secretario del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y coordinador de la nueva “fuerza de tareas” creada por el papa Francisco para responder a la pandemia, afirmó que “de la pandemia se sale con sentido común y con bien común” y consideró que este es “un mensaje muy fuerte y una oportunidad para la Argentina”.
En conversación con el conductor, Chacho Garabal, el sacerdote argentino, desde Roma, abordó diferentes temas. Detalló cómo fue que lo convocó el Papa para esta tarea; los objetivos impuestos a corto, mediano y largo plazo; su mensaje a la Argentina en este tiempo y una mirada de lo que significa en el mundo la figura y el magisterio de Francisco.
Sobre la tarea encomendada en el marco de la pandemia, expresó: “Francisco nos pidió: anticipen con estudios, con los mejores expertos del mundo, analicen y traten de darle un enfoque de imaginación y de fe, porque de un laberinto se sale por arriba. Con la ciencia pero con imaginación y con fe para las decisiones que los líderes tengan que tomar hoy”.
La tarea se enfoca, por un lado, en la ayuda a los más necesitados, ayuda inmediata y humanitaria, sobre todo a través de las Cáritas. En segundo lugar, al crear este grupo de trabajo, el Santo Padre destacó que “el futuro tiene memoria”, por lo que pidió que anticipen las consecuencias socioeconómicas, las crisis que los países tendrán que afrontar. “Las decisiones de hoy determinan el planeta del mañana”, señaló.
“El Papa quiere que ayudemos a los que toman decisiones hoy, a que sean para un futuro mejor, con salud para la gente, con salud institucional y con salud del planeta”, señaló.
Como sacerdote, destacó que “algo nos está queriendo decir Dios”. En ese sentido, destacó: “Tuve que celebrar Pascua por primera vez en mi vida en mi casa, en mi cuarto y pensar qué cosas me está diciendo Dios, qué cosas me pide”. También llamó a preguntarnos qué nos pasó como cristianos en esta situación: “¿No nos pasó nada con los millones de personas que murieron, con los que están sufriendo la enfermedad, con los que han quebrado sus empresas?”.
Refiriéndose a la Argentina, consideró que “la pandemia es una oportunidad para ver al otro como hermano y como hermana y no como un enemigo. Por lo tanto para generar lo que llamamos comunión o cohesión social”.
“Es una oportunidad para empezar a reconciliarnos, no porque sea obligatorio sino porque en el otro descubro la vulnerabilidad. El otro es tan vulnerable como yo: yo me puedo enfermar, el otro se puede enfermar, pero yo necesito que el otro esté sano. Esto puede ser un inicio de una nueva Argentina”.
“Pensando en cómo se va a recuperar la Argentina creo que nuestro país económicamente va a sufrir mucho esta pandemia como todos los países latinoamericanos. ¿Cómo se va a recuperar? Creo que es una oportunidad para repensar una economía más solidaria”
Por otra parte, destacó la importancia de “ver bien a Francisco”, y animó a mirarlo como un servidor de todo el mundo: “La Argentina es parte del mundo pero no es el centro”, advirtió. “Por eso para nosotros tiene que ser un orgullo que este hombre sea un argentino, que esté en ese puesto de liderazgo y que realmente se está cargando el mundo sobre sus hombros”.
“Francisco está queriendo ayudar a los líderes para salir de esto con gestos y palabras, y lo está haciendo con el ejemplo. Esa imagen del papa Francisco donde llovía, hacía mucho frío, y se cargó el mundo a sus espaldas rezando por la gente fue conmovedora”.
En el marco de la pandemia, el padre Zampini relató: “Nos llamó gente de todas las religiones, de todo el mundo, gente atea, y todos quieren colaborar con Francisco porque ven que él es capaz de liderar y ejercer un liderazgo especial que tanto se necesita en este mundo”, reconoció. “No para decirnos lo que hay que hacer, sino para llevarnos por un camino por el que podamos salir”.
En ese sentido, advirtió que “el camino del sálvese quien pueda, el camino de ponerme a mí, a mi institución, a mí país primero”, es un camino por el que no se sale de una pandemia así. “De la pandemia se sale con sentido común y con bien común, no se sale con indiferencia ni con individualismo, y ese es un mensaje muy fuerte y una oportunidad para la Argentina”.
“Tenemos una oportunidad para que verdaderamente podamos empezar esta década del cambio, como dijo Naciones Unidas. La pandemia es un signo, claramente, pero no podemos seguir así, tratando a la naturaleza como la tratamos, proponiendo una economía desigual. Tenemos que hacer un clic y este es un clic, es un cambio”.
Fuente: AICA