En medio de la peor sequía en 60 años, las llamas consumieron 170 hectáreas de dos de los cerros que rodean la ciudad chilena. Se sospecha que el fuego fue intencional.
El ministerio de Salud de Chile informó que más de 300 personas fueron atendidas en centros médicos de Valparaíso después del gran incendio que se desató en Nochebuena en la ciudad. Dos focos diferentes se generaron de manera simultánea la tarde del 24 de diciembre en los cerros altos de Valparaíso de Rocuant y San Roque y avanzaron con violencia por los costados hasta juntarse en la población de La Isla y alcanzar una zona de viviendas de madera y lata.
El fuego, que hoy ya está controlado y en vías de ser extinguido totalmente, destruyó cerca de 150 hectáreas y 245 viviendas, pero no causó víctimas fatales, aunque más de 300 personas atendidas en centros asistenciales, principalmente casos leves que han sido dados de alta.
Respecto a los heridos, en un comienzo hubo casos de cuadros respiratorios producto del humo. Después, en las últimas 48 horas, son de personas voluntarias que están en la recolección de escombros con heridas, traumas o heridas producto de caídas.
La Región de Valparaíso ya se encontraba con Alerta Sanitaria, medida que se extenderá hasta el 31 de marzo del 2020. Sin embargo, podría ampliarse en caso de ser necesario para atender a las personas del punto de vista sanitario. Las autoridades sospechan que el incendio podría haber sido intencional, después de que circulara un video en las redes sociales de los presuntos autores adentrándose en la zona donde comenzó el fuego.
A comienzos de octubre el Gobierno chileno anunció una importante inversión en un plan para la prevención y el combate de los incendios forestales que se esperaban con la llegada del verano en el contexto de la peor sequía de los últimos 60 años en el país. La Región de Valparaíso es la zona más crítica por la escasez hídrica y se encuentra bajo decreto de zona de catástrofe desde hace meses. En los últimos cinco años, Chile ha registrado un promedio de 6.511 incendios por temporada que han afectado una superficie media de 177.000 hectáreas.