En promedio han disminuido los gases contaminantes en un 22%, pero Copenhague lo ha conseguido en un 62%. En ellas los buses eléctricos se multiplicaron por 600.
Treinta grandes ciudades, que en total suman más de 58 millones de habitantes, han alcanzado su pico de emisiones de gases de efecto invernadero y han empezado a reducirlas, según un informe difundido este martes, víspera de la Cumbre de Alcaldes del Grupo de Liderazgo Climático (C40).
La lista incluye, entre otras, urbes como Atenas, Barcelona, Berlín, Copenhague, Madrid, Lisboa, Londres, Oslo, París, Roma, Estocolmo, Varsovia, Washington y nueve ciudades estadounidenses más como Boston, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Nueva York; las australianas Melbourne y Sydney, Milán (Italia) y las canadienses Toronto, Montreal y Vancouver.
Todas forman parte del grupo de ciudades por el liderazgo climático (C40), que a partir de mañana y hasta el sábado celebran en Copenhague una cumbre mundial que reúne a decenas de alcaldes y otros representantes políticos, empresariales y científicos.
Tras alcanzar el pico marcado para poder limitar la subida de la temperatura global 1,5 grados, esas 30 ciudades han reducido sus emisiones en una media de un 22%, pero en el caso de la capital de Dinamarca, Copenhague, la reducción ha sido muy destacada con una disminución del 62% de sus gases de efecto invernadero. Un dato, este último, alentador porque demuestra que es posible una drástica caída de las emisiones y que puede ocurrir incluso en grandes conglomerados urbanos.
La mitad de las cerca de 90 ciudades del C40 han alcanzado su tope, lo harán en 2020 o han hecho compromisos concretos para lograrlo, apunta el informe, que destaca el liderazgo climático de las ciudades en un contexto de subida de emisiones global. “El hecho de que treinta de las ciudades más grandes y más influyentes ya hayan logrado su tope demuestra que una transición baja en emisiones de carbono rápida y equitativa es posible y que ya está en marcha”, según un comunicado.
El estudio destaca que 82 de esas ciudades han impulsado sistemas de alquiler de bicicletas (por 13 en 2009), que hay más de 66.000 autobuses eléctricos en sus calles (un centenar en 2009) y que 18 localidades han prohibido o restringido el plástico no reciclable o de un solo uso (dos una década atrás).
“Las ciudades que han llegado a su tope de emisiones elevan el listón de la ambición climática y, a la vez, ejemplifican cómo la acción climática crea comunidades más sanas, justas y fuertes”, afirmó el director ejecutivo del C40, Mark Watts.
El C40 anunció que lanzará una plataforma digital para compartir conocimiento, experiencias prácticas y enfoques comprobados entre las ciudades del grupo.