El candidato, que se desempeña en un bufete privado de abogados, ha sido destinado a cubrir un cargo en la Corte Federal de Distrito.
Estados Unidos podría tener su primer juez federal de religión islámica. Se llama Abid Qureshi y se desempeña en el ámbito privado, siendo especialista en fraudes en el sector médico. El presidente Barack Obama acaba de nombrarlo para que ocupe un cargo en la Corte Federal de Distrito. Como su pliego debe ser aprobado por el Congreso, controlado por la oposición republicana, es altamente probable que en medio de la carrera electoral por la Casa Blanca el nombrado deberá esperar hasta noviembre para saber si tendrá o no el visto bueno del Legislativo.
En el comunicado que acompaña el nombramiento, el presidente norteamericano afirma: “Estoy encantado de nominar a Qureshi para servir en la Corte de Distrito de Estados Unidos. Sé que servirá a los estadounidenses con integridad y con un firme compromiso hacia la justicia”.
La decisión de Obama va directo al corazón del debate sobre extranjeros y musulmanes en el país, levantado por las imprudentes declaraciones de corte xenófobo del republicano Donald Trump, partidario de prohibir la entrada en el país a inmigrantes musulmanes. Entre los desbordes verbales de Trump figura la acusación de parcialidad dirigida a un juez por tener supuestamente ascendencia mexicana (el magistrado Curiel nació en Illinois) cuando estudiaba uno de sus casos pendientes, y en los últimos meses se ha visto obligado a distanciarse de candidatos vinculados a grupos supremacistas.
El Council on American-Islamic Relations ha tomado inmediatamente posición apoyando el nombramiento de Abid Qureshi como gesto en dirección de la inclusión social de todas las minorías de un país forjado por inmigrantes.
Durante su gestión, al elegir candidatos a jueces Obama ha privilegiado la diversidad nombrando a mujeres, hispanos y afroamericanos más que sus predecesores.