El Índice de Paz Global destaca una mejora global por primera vez en cinco años. Afganistán se sitúa en el último lugar y en la región lo hace Venezuela.
Desde hace 13 años el Índice de Paz Global 2019 (GPI, en sus siglas en inglés) es un estudio anual que intenta medir entre 163 países el nivel de paz alcanzado. Por primera vez en cinco años, la paz en el mundo ha tenido una mejora en 2018, aunque respecto a una década atrás globalmente hay menos paz, según el estudio que realiza el Instituto de Economía y Paz.
Desde 2008, la paz global se ha deteriorado porcentualmente cerca de un 3,78%, pese a que este año registró una ligera mejoría del 0,09% respecto al anterior, debido a “la reducción en la gravedad de varios conflictos, que llevaron a un menor número de muertes y a una disminución del impacto del terrorismo”. El presidente del Instituto, Steve Killelea, analizó en una entrevista con Efe la “mezcla” de tendencias positivas y negativas en 2018. “Mientras que los conflictos que han dominado en los últimos diez años, como los de Irak y Siria, han comenzado a disminuir, otros se han recrudecido en el Yemen, Turquía y Nicaragua”, apuntó.
De los países latinoamericanos mejoraron sus posiciones República Dominicana (7), Costa Rica (5 puestos), Uruguay (3), El Salvador (2), Colombia (2), Panamá (2), México (1) y Chile (1). En cambio, la situación empeoró en la Argentina que bajó 8 puestos, y también en Paraguay (12), al tiempo que Nicaragua que bajó 54 puestos respecto del año anterior situándose en el lugar 120. El desplome se debe a la grave crisis sociopolítica que atraviesa el país centroamericano desde abril de 2018. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la crisis ha causado al menos 325 muertes, aunque organismos locales elevan la cifra a 594 y el gobierno de Managua solo reconoce 199.
Venezuela sigue siendo el país menos seguro de la zona, en el lugar 144 del mundo, y Brasil experimentó un descenso de 10 puestos. Perú y Guatemala bajaron respectivamente 7 y 4 puestos. También Ecuador, si bien se sitúa entre los países más pacíficos, que el mapa del GPI señala en verde, bajó de 2 puestos.
En Latinoamérica, el país más pacífico es Chile que se posiciona en el puesto número 27, seguido por Costa Rica y Uruguay, respectivamente en el lugar 33 y 34. Es importante destacar la mejora, aunque leve, de Colombia y México.
Por su parte, Europa mejoró levemente el año pasado y se mantuvo como la región del mundo más pacífica, con 22 de 36 países avanzando en la lista.
Islandia volvió a ocupar, por décimo año, el primer escalafón de la lista y se coronó de nuevo como el Estado más pacífico del mundo, seguido de Nueva Zelanda, Austria, Portugal y Dinamarca.
En la otra cara de la moneda se situó Afganistán, que pasó al último lugar en sustitución de Siria, que escaló al penúltimo puesto, e inmediatamente por encima aparecen Sudán del Sur, Yemen e Irak. Se trata de la primera vez desde que comenzó a realizarse el GPI que Yemen ocupa una de las cinco peores posiciones, debido al empeoramiento de la contienda armada en ciertas zonas del país. Killelea señaló, como otro de los puntos claves del informe, la reducción del impacto económico de la violencia por primera vez desde 2012, con 14,1 billones de dólares, lo que equivale a un descenso del 3,3%.
El documento muestra que los países con altos niveles de paz tienen, de media, un crecimiento de su producto interior bruto (PIB) tres veces mayor que los menos pacíficos. El GPI también analiza el impacto del cambio climático en materia de seguridad, con una estimación de 971 millones de personas que viven en zonas con alta exposición a las amenazas de este fenómeno, de las cuales 400 millones residen en países con un bajo índice de paz.