La Universidad de Georgetown acoge el evento “Ecología integral: una respuesta Sinodal desde la Amazonía y otros biomas/territorios esenciales para el cuidado de nuestra casa común”. El encuentro ha reunido a más de 120 participantes de todo el mundo.
En la ciudad de Washington, la Universidad de Georgetown acoge este evento que busca “reflexionar y debatir sobre la consciencia global de la Panamazonía, y de los otros biomas y territorios esenciales para el futuro del planeta”.
Esta conferencia internacional es un esfuerzo de muchas manos: REPAM (Red Eclesial Panamazónica), Georgetown University, Jesuits Conference, Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, Comunidades y organizaciones de pueblos originarios, entre otros, para que los territorios más importantes y al mismo tiempo, más amenazados del planeta, se encuentren en un diálogo profundo y confrontador.
En el espíritu de comunión, se busca trazar acciones concretas para responder: en comunión entre pueblos, en comunión con la Iglesia, en comunión con las ciudades y las selvas de cemento. “Porque esta crisis que enfrentamos, nos está apretando a todos”.
Los organizadores subrayan la importancia de” llevar a la vida los llamados de las encíclicas: Laudato Si y la Evangelii Gaudium”. En este sentido, es importante la perspectiva internacional para encontrar caminos comunes y universales con un enfoque de incidencia socio-política abriendo caminos de articulación entre los diversos biomas/territorios de mayor importancia en el planeta desde la perspectiva de Laudato Si.
Nuevos caminos para la Iglesia
En la primera jornada de diálogo y discusión se abrió el espacio para “ver” la realidad desde la mirada de un planeta geográfica, cultural, religiosa y políticamente amplio y diverso.
Este primer día de conferencia, desafía a la Iglesia sobre las nuevas maneras de estar presente. Se partió del hecho que los “nuevos caminos para la Iglesia” no son fáciles, pero son vitales. Esos caminos, nos desafían a romper nuestros paradigmas de Iglesia, y de humanidad.
La crisis y el dios dinero
“Siento miedo, rabia, dolor, pero en mi corazón persiste la esperanza de que vamos a resistir y debemos revelarnos al poder que nos está matando” afirmó Gregorio Díaz Mirabal, coordinador de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.
La realidad en la Panamazonia es de una crisis profunda y dolorosa, que empuja con desesperación a mirarnos unos a otros y actuar en conjunto. Los biomas vitales para el planeta son el camino y la respuesta para la salvación de la humanidad, pero al mismo tiempo, son codiciados y amenazados por el poder, por las empresas transnacionales y por los arreglos políticos que sirven al dios dinero.
Indiferencia y descuido
Pero también están amenazados por una realidad de indiferencia y descuido, que caracterizan a la raza humana de estos tiempos. La Encíclica Laudato Si, hace un llamado profético y urgente a todas “las personas de buena voluntad”: ¡despierten! Es una cuestión de vida o muerte.
El futuro está en juego. “Exigimos el derecho a la vida”
En la sala donde se desarrolla esta conferencia, todavía retumban las palabras que representan a los pueblos originarios: El futuro está en juego. “Estamos exigiendo justicia, exigiendo el derecho a la vida. Estamos condenando el asesinato de nuestros hermanos. Estamos llamando no solo a América Latina, estamos llamando a todo el mundo. No queremos más héroes individuales, queremos héroes colectivos, queremos la acción de millones de católicos, necesitamos su oración, su decisión de apoyo hacia nosotros, los pueblos indígenas.”
Dar participación a los pueblos originarios
Victoria Tauli Corpuz, relatora especial para pueblos indígenas de la ONU, reconoce que la labor de la Iglesia debe estar ligada a la defensa y exigencia de los derechos. En su participación, insta a la Iglesia a fortalecer los esfuerzos de las poblaciones originarias y tradicionales por defender a la Madre Tierra. “La Laudato Si es una clave histórica para la defensa de los pueblos y los territorios en los niveles locales y globales. Estoy muy satisfecha de que el Papa Francisco reconozca en los pueblos indígenas su fragilidad, pero sobre todo las esperanzas que ofrecen para que este mundo sea más sostenible”, afirmó.
El Cardenal, Pedro Barreto, vicepresidente de la REPAM, afirma que la respuesta concreta a los nuevos caminos de la Iglesia es responder en red. “Que las redes permitan el fortalecimiento de los procesos, porque la Iglesia está viviendo un momento de Kairós, en medio de tantas desesperanzas”.
Mons. Auza: pueblos originarios, guardianes de los bosques
Mons. Bernardito Auza, representante de la Santa Sede ante la ONU, habla de la necesidad de que la Iglesia renueve se presencia y ello implica “reconocer la existencia de iniciativas prometedoras provenientes de las comunidades y organizaciones indígenas que promueven los propios pueblos y que las comunidades nativas sean las guardianas de los bosques”. Insistió en “confiar en su capacidad (de los pueblos originarios) de resiliencia y de responder a los tiempos difíciles”.
Está comprobado de muchas maneras que los pueblos indígenas son los defensores de la vida y los bosques. Y por ello, el sistema político y económico ejerce cada vez más violencia. Estos no son dos hechos aislados. La violencia a los pueblos, no puede ser ignorada por la Iglesia.
Mauricio López, secretario Ejecutivo de la REPAM invitó a “actuar”. La reflexión que se ha tenido este día debe movernos a una acción conjunta, concluyó.
Fuente: Vatican News.