Lo hizo al presidir la misa de apertura de la 116 Asamblea Plenaria que se desarrolla en Pilar.
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, llamó este lunes a sus pares a la unidad y a asumir la nueva realidad que afronta la Iglesia con humildad, paciencia y coraje.
El plenario episcopal se desarrolla desde este lunes hasta el viernes en la casa de ejercicios El Cenáculo La Montonera, de Pilar, donde un centenar de obispos analizan diversas cuestiones pastorales.
Monseñor Ojea lamentó los “ataques a la persona del Santo Padre desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes, lo que genera la escasa difusión de su pensamiento y de su prédica. Esto se extiende a la Iglesia toda ya que parecería que decir algo bueno sobre ella no es políticamente correcto”.
“Todo esto lo hemos vivido en medio de una crisis social y económica que golpea a todo el pueblo argentino, y que va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia”, advirtió.
“Tenemos que aprender a desprendernos de un reconocimiento social que los obispos teníamos en otro tiempo y que vamos dejando de tener”, reconoció en la homilía.
El prelado sostuvo que “hoy más que nunca debemos cuidar y defender la unidad de nuestro Episcopado, buscando plantear de frente nuestros acuerdos y desacuerdos, no permitiendo que el espíritu del mal logre dividirnos” y aseguró: “Es tiempo de diálogo sincero, profundo y valiente entre nosotros. Un diálogo así nos enriquece y favorece nuestra unidad”.
“Que el Señor de la paciencia, venerado en tantos lugares de nuestra América Latina, nos regale su paciencia fuerte y valiente. Y que la Virgen de Luján, Patrona del Pueblo Argentino, nos ayude a dejarnos iluminar por el Espíritu para que nos muestre sus caminos en esta hora difícil de la Iglesia y de la Patria”, concluyó.
Fuente: AICA (se puede leer la homilía completa)