En una carta abierta dirigida al Secretario de Estado, John Kerry, cuarenta legisladores del Partido Demócrata piden que no se manifieste apoyo al Gobierno interino brasileño.
Un grupo de 40 congresistas del Partido Demócrata de los Estados Unidos solicitó al jefe de la diplomacia, el secretario de Estado, John Kerry, que el país no manifieste apoyo al Gobierno interino de Brasil.
Los congresistas demócratas enviaron una carta abierta a Kerry para expresar su “más profunda preocupación” por el juicio político a que es sometida la mandataria, que “amenaza las instituciones democráticas”. El juicio político en curso culminará el mes que viene, luego de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Desde el 12 de mayo, la mandataria Dilma Rousseff ha sido suspendida en sus funciones y la presidencia es ejercida en forma interina por el vicepresidente Michel Temer, quien ha formado un Gabinete también interino.
“Le urgimos a tener el máximo cuidado en sus relaciones con las autoridades interinas de Brasil y a abstenerse de efectuar declaraciones o acciones que puedan ser interpretadas como un apoyo a la campaña por el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff”, piden a Kerry los congresistas.
Los legisladores señalaron, además, que el proceso de destitución cuenta con muchos detractores que cuestionan sus bases legales y que consideran el proceso una lucha política que, luego de desprestigiar a la presidenta, podría haber tenido el objetivo de evitar una investigación por corrupción y, al mismo tiempo, imponer una agenda muy conservadora que fue rechazada por los votantes en las pasadas elecciones, dicen los congresistas.
La carta, a la que el Departamento de Estado responderá según corresponda, es el primer gesto en años por parte de legisladores norteamericanos acerca de la situación política del país sudamericano. Recientemente, tanto técnicos del Senado en un dossier entregado a la defensa de Dilma Rousseff, como la propia Fiscalía, señalaron que no encontraron evidencias de que la presidenta haya cometido un delito durante su gestión, lo que debería ser el único motivo para emprender el juicio político. Por otro lado, tres ministros del Gabinete interino de Michel Temer tuvieron que renunciar por grabaciones en las cuales admitieron que el desplazamiento de la mandataria tenía el objetivo de frenar la acción de la Justicia que investiga casos de corrupción.