El estudio anual de la NOAA señala que el año pasado fue récord en emisiones de gases de efecto invernadero y de incremento de la temperatura.
Muchas organizaciones y observatorios del clima lo venían avisando: el 2015 fue el más caliente desde que se comenzó a registrar la temperatura promedio del planeta. O sea, desde 1880, cuando para la medición se comenzaron a utilizar termómetros de alcohol o de mercurio. Lo que ofrece datos homogéneos desde entonces.
Pero no sólo se incrementó la temperatura. El año pasado hubo, además, un nuevo récord en la emisión de gases de efecto invernadero. El problema es que estos aumentos se verifican luego de que en 2014 se alcanzaran marcas históricas, lo que disparó las alarmas sobre los efectos del cambio climático.
Este martes fueron publicados datos importantes a través del informe sobre el Estado del Clima que anualmente entrega la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera de los Estados Unidos (más conocida como NOAA, su sigla en inglés). El documento arroja una cuantiosa e impresionante información acerca de fenómenos que podrían afectar varias regiones del planeta, como sequías, inundaciones, derretimiento de los hielos polares, también en zonas cercanas al Ártico, como el parmafrost de Siberia.
El documento de la NOAA ha sido elaborado por 450 científicos de todo el mundo. Otros datos que aporta revelan que el nivel de los océanos se ha incrementado de unos 70 milímetros respecto de 1993. Entre los efectos de la temperatura más elevada, figuran las tormentas que, cerca del ecuador, superan en número las que se verificaron entre 1981 y 2010. A su vez, la temperatura del Ártico fue 1,2 grados superior a la de esos mismos años.
Los estudios de la NOAA indican que el conocido fenómeno de El Niño, relacionado con el
calentamiento periódico del Pacífico, se verificó con mucha intensidad, como no se veía desde 1950. Eso habría contribuido al incremento global de la temperatura que, en promedio, el año pasado superó por primera vez en un grado centígrado la temperatura media de mediados del siglo XVIII.
La referencia a ese momento de la historia se justifica en cuanto es el periodo considerado como representativo de las condiciones de vida preindustriales. A partir del desarrollo de la revolución industrial es que se incrementan notablemente las emisiones de gases como el co2, con sus efectos nocivos para el ambiente.
Respecto al récord marcado en 2014, el incremento de la temperatura en 2015 alcanzó los 0,1 grados centígrados. Se estima que también en 2016 se alcanzarán valores récord, puesto que los primeros seis meses de este año han sido los más cálidos de las últimas décadas.
El documento aparece luego de que a fines del año pasado la comunidad internacional tomara, en la cumbre climática de la ONU, celebrada en París, la decisión de frenar las emisiones de gases contaminantes y de reducir la dependencia de los recursos energéticos fósiles. Sin embargo, todo parece indicar que, además de no haberse reducidos sensiblemente las emisiones contaminantes, también hay una aceleración en la producción de efectos del calentamiento global, lo que hace más impredecibles todavía los fenómenos atmosféricos.