En 1925, la Convención Anual de la Asociación de Leones contó con la presencia de Hellen Keller, quien sensibilizó a los presentes acerca de las dificultades que debía afrontar a diario a causa de su ceguera.
En 1930 George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso. La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho bastón se hizo universal.
A su vez Richard Hoover, oftalmólogo que trabajaba con los veteranos de guerra, observó que los ex soldados ciegos se desplazaban torpemente con bastones gruesos de madera. Investigó entonces su marcha, postura, equilibrio y ritmo y en 1946 llegó al diseño un bastón prototipo, que es utilizado hasta hoy.
La celebración del Día Mundial del Bastón Blanco representa una contribución a la integración de las personas discapacitadas visuales.