Viajar sin desigualdades

Viajar sin desigualdades

Turismo Accesible

Cada vez que leemos la palabra ‘turismo’ la mente viaja hacia diferentes puntos del planeta. La gran mayoría sueña con poder conocer diferentes culturas, naciones y personas. En ese sentido, hace varias décadas se trabaja para la integración social y productiva de personas con capacidades restringidas.

De acuerdo con Barroso y Grunewald, dos de los pioneros en la materia, el Turismo Accesible se define como el complejo de actividades originadas durante el tiempo libre que posibilitan la plena integración desde la óptica funcional y psicológica de aquellas personas con capacidades restringidas, obteniendo durante dichas actividades una plena satisfacción individual y social del visitante.

El objetivo es establecer principalmente pautas de accesibilidad, calidad y seguridad integrales para un conjunto de personas que incluye, entre otros segmentos, a la tercera edad, grupos familiares con niños pequeños, niños y niñas, adolescentes y personas pequeñas. También abarca a personas con discapacidad temporal o con discapacidades permanentes (motrices, sensoriales, mentales y múltiples).

Si bien pueden parecer una minoría, de acuerdo con diferentes estadísticas, se trata de un grupo que engloba al 40 % de la población mundial. Es por eso que, con más razón, se requiere una particular atención al tema durante el proceso de planificación de actividades turísticas y recreativas.

En ese sentido, la Organización Mundial del Turismo alienta a los gobiernos a que asuman un papel relevante en el turismo accesible y les pide que cooperen con el sector privado, las autoridades locales y las organizaciones no gubernamentales.

En base a esto, podemos decir que existen muchos factores que muestran que la implementación de un destino turístico accesible es rentable. En primer lugar, podemos decir que la implantación de una accesibilidad destinada a las personas de movilidad reducida amplía el mercado potencial y los periodos de temporada alta de un servicio turístico de forma considerable.

En segundo lugar, no podemos dejar de mencionar que la accesibilidad física y comunicativa es una propiedad de las infraestructuras turísticas, gracias a las cuales todo tipo de personas pueden utilizarlas y ser sus clientes potenciales, pero que en general favorece la amabilidad de los servicios de naturaleza turística para todos los usuarios.

Todo esto significa que, al margen de su valor social, de forma paralela, existe un beneficio concreto que puede ser calculado y que convierte la accesibilidad en una inversión en calidad y no en una carga empresarial. En definitiva, una oferta que aprecie la diversidad del consumidor contribuirá también al mantenimiento de flujos turísticos, en contraposición a otros destinos menos adaptados.

La mejora de la accesibilidad contribuye a eliminar las desigualdades, permitiendo a las personas con capacidades restringidas el disfrute y acceso a los servicios turísticos. Además, aumenta su calidad de vida, ya que realizan un menor esfuerzo para llevar a cabo sus actividades de traslado, hospedaje, restauración y ocio en el destino turístico elegido ·

*La autora es Lic. en Administración Hotelera, investigadora de la Universidad Nacional de Quilmes.

Nota: Artículo publicado en la edición Nº 605 de la revista Ciudad Nueva.

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