Sin definición el traspaso de la presidencia del Mercosur

Sin definición el traspaso de la presidencia del Mercosur

La reunión entre los representantes de los países en Montevideo pasó a cuarto intermedio hasta el jueves.

No hubo acuerdo entre los cancilleres del Mercosur ayer en Montevideo y el tema del traspaso de la presidencia del bloque a Venezuela pasó a cuarto intermedio hasta el jueves.

En rigor, no hubo reunión entre cancilleres, ya que Brasil y Argentina no enviaron a los respectivos titulares de Exteriores, y tampoco hubo cumbre completa ya que se pretendió que la reunión fuera sólo entre países fundadores del bloque. La presencia de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, aportó cierta dosis de confusión. La mujer anunció primero que el traspaso se realizaría según el mecanismo previsto, para luego admitir irritada que los representantes de Brasil y Paraguay evitaron sentarse a la misma mesa.

El canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa le transmitió que los países mantienen su postura: Brasil y Paraguay se niegan a que Venezuela asuma en este momento la presidencia del Mercosur, Uruguay en cambio estaría de acuerdo, Argentina ya ha manifestado en su momento críticas al Gobierno de Caracas por el manejo de la crisis política que vive el país.

Si el planteo de Paraguay y Argentina va a la cuestión institucional, los países del Mercosur se comprometen a no violentar el orden democrático, el de Brasil es más pragmático: el país caribeño no habría cumplido con las normas de política económica y comercial para representar el bloque. Es sin duda un tema clave para el armado del Mercosur. El antecedente de la suspensión de Paraguay por cómo se llevó a cabo la destitución del ex presidente Fernando Lugo, impone considerar si no está dando en Venezuela un quiebre del orden democrático ante la intención del Ejecutivo de invalidar el Legislativo elegido con voto popular y la presencia de presos políticos según Argentina y Paraguay.

Al tema político se añade la cuestión comercial. Es muy factible la posibilidad cercana de concretar pronto un acuerdo de libre comercio con la UE, luego de años de negociación. Venezuela, que se ha opuesto en estos años a este tipo de tratados, como el resto del bloque previo al giro ideológico de sus gobiernos. En la situación actual, sería por tanto el país menos indicado para encabezar las tratativas. De ahí la idea de postergar el traspaso, al menos por este año. Lo que se vislumbra es un cambio sustancial de la apertura del bloque a acuerdos comerciales.

Los desacuerdos son patentes. El problema es que los socios de más peso político del bloque pasan por etapas delicadas. Venezuela vive una profunda crisis institucional y económica que está  requiriendo de mediaciones internacionales; Brasil es gobernado por un presidente interino en medio de una grave recesión y en agosto podría volver a ser presidido por Dilma Rousseff, lo que supondría un nuevo giro de 180 grados de su política exterior;  Argentina sigue monitoreando su delicada economía que no da los resultados esperados.

Eso supondría la necesidad de redefinir el rumbo del bloque. Sin embargo, la experiencia latinoamericana en temas de integración es que los bloques dependen fuertemente de los jefes de Estado y éstos, en momentos de crisis interna, suelen dejar de lado la política exterior. Más allá de la solución que se adopte ante el tema puntual, todo indica que no será éste el momento para definir rumbos.

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