Los líderes de los dos países firmaron un nuevo acuerdo en el que se comprometen a eliminar toda amenaza de guerra.
Los líderes de las dos Coreas avanzan en la normalización de las relaciones entre ambos países y en su pacificación. Durante una reunión mantenida en la capital norcoreana, Pyongyang, los líderes de los dos países firmaron una declaración conjunta que promete tener un peso importante para el futuro del diálogo sobre desnuclearización entre el régimen norcoreano y Washington.
Además de este documento, cuyo contenido por el momento se desconoce, los titulares de Defensa de los dos países, técnicamente aún en guerra, firmaron también un acuerdo para reducir la tensión militar en zonas fronterizas, según informó en Seúl un portavoz de la oficina presidencial surcoreana. El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente sureño, Moon Jae-in, comparecerán este miércoles para explicar el contenido de estos documentos que pretenden transformar la península en una “base de paz”.
Estos acuerdos llegan después de que ambos mandatarios celebraran una segunda reunión en la capital norcoreana. En este encuentro, que comenzó a las 10.00 hora local (1.00 GMT) en la residencia Paekhwawon (donde se hospeda la comitiva surcoreana) solo participaron los dos líderes, según confirmó la oficina de Moon. La víspera ambos mantuvieron su primera reunión de esta cumbre, pero en ese caso les acompañaron sus respectivos jefes de inteligencia, además de la vicedirectora de Propaganda y Agitación y hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, y el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional surcoreana, Chung Eui-yong.
Se espera que el viaje de tres días de Moon a Pionyang ayude a minimizar las diferencias entre Corea del Norte y Estados Unidos después de que ambos países firmaran una declaración en Singapur en junio, en la que se comprometieron a trabajar por la desnuclearización a cambio de que Washington garantice la supervivencia del régimen norcoreano. Ese acuerdo por el momento, todavía no ha producido los frutos esperados y, de alguna manera, se ha enfriado. Corea del Norte aspira al levantamiento rápido de las sanciones internacionales que la ahogan económicamente, mientras que el presidente Donald Trump espera mayores resultados en la desnuclearización antes de premiar al régimen comunista levantando tales medidas. Recientemente, Estados Unidos suspendió contactos diplomáticos programados en el marco del acuerdo alcanzado en Singapur, precisamente por detectar incumplimientos por parte de Corea del Norte.
De todos modos, en la cumbre Kom Jong-un ha ofrecido desmantelar por completo los centros de pruebas nucleares y de misiles, permitiendo que el proceso sea monitoreado por inspectores internacionales.
