María Eugenia Vidal dio marcha atrás con su intención de separar la elección provincial de la presidencial.
Mucho se había especulado en los últimos meses sobre los deseos de la gobernadora bonaerense de que el electorado se acerque a las urnas primero para elegir a las autoridades provinciales y luego, a las nacionales. Sin embargo, y antes que se produjera una reunión de la mesa chica de Cambiemos, el desenlace se dio como lo quería Mauricio Macri: elecciones presidenciales y provinciales, juntas. Al menos en la provincia de Buenos Aires, el distrito que suele definir una elección nacional.
Uno de los argumentos que brindaron desde el gobierno bonaerense fue que “no queremos que la gente vaya más veces a votar, no nos parece cambiar las reglas de juego a poco de la elección y es más costoso. La decisión se tomó pensando en los bonaerenses. Pensando en ellos y sin especulación electoral”.
Finalmente, un tema que había empezado a generar tensión en la intimidad de Cambiemos se zanjó dando por terminadas las especulaciones, más allá que del lado de la gobernadora entienden que la imagen del presidente ha empeorado, sobre todo en el conurbano, y eso podría perjudicar su objetivo de reelección.
Calendario electoral cargado
Empieza en La Pampa en febrero y puede terminar en un balotaje nacional en noviembre.
Hasta el momento, hay nueve distritos que confirmaron que realizarán sus comicios provinciales en una fecha distinta de la elección nacional (Neuquén, Río Negro, Córdoba, La Pampa, San Juan, Chubut, Entre Ríos, Santa Fe y San Luis). Hay otras 15 provincias que, por ahora, mantienen su calendario electoral adherido al nacional, es decir, con primarias en agosto y generales en octubre, o al menos no han notificado oficialmente la fecha de sus comicios. Las dos restantes, Corrientes y Santiago del Estero, elegirán gobernador en 2021.
