Crearon una tormenta financiera y especularon con ella

Crearon una tormenta financiera y especularon con ella

Los dueños del gigante cárnico brasileño, JBS, que pagó millones en coimas, detenidos por beneficiarse del desplome bursátil que provocaron.

Los casos de corrupción en Brasil ofrecen material para una serie televisiva de éxito asegurado, en la que dinero y poder generan un complejo tablero de ajedrez en el que actúan empresarios y políticos sin escrúpulos.

La detención, este miércoles, del presidente del gigante cárnico JBS involucrado en el pago de gigantescas coimas a una red de políticos, Wesley Batista, constituye un nuevo capítulo de esta saga: el empresario es acusado de haber lucrado con la tormenta bursátil que, en mayo, provocaron la admisión de haber pagado coimas millonarias. Las explosivas declaraciones de los Batista tuvieron el efecto de un desplome de la bolsa de Sao Paulo que incluso determinó que las autoridades cerraran la actividad del mercado de títulos para recuperar estabilidad. En esa circunstancia el dólar se disparó pasando de 3,28 reales a 3,40 en cuestión de horas. Sin embargo, antes de eso se registraron movimientos de JBS que se desprendió de montos enormes en acciones y títulos y adquirió cientos de millones de dólares a bajo precio que, en cuestión de horas, valían mucho más. La operación le reportó a JBS jugosas ganancias.

Para los investigadores, hubo un sincronismo premeditado entre los operativos en el mercado y las declaraciones que constituyeron un tsunami político en el país y se recurrió a información privilegiada, lo que constituye un delito. Los Batista y varios dirigentes admitieron el pago de coimas a líderes políticos involucrando al ex presidente de Diputados, Eduardo Cunha, destinatario de una suma mensual pactada a 20 años, y al propio presidente Michel Temer, grabado secretamente por Joesley, hermano de Wesley, mientras sugiere que no se deje de pagar a Cunha. La filtración de sus declaraciones activó el vendaval bursátil y de este modo, JBS se hacía –se supone– con dinero necesario para pagar multas astronómicas: una primera de 69 millones de dólares, pero el arreglo con la Fiscalía General es que la delación premiada incluya una compensación por unos 3.500 millones de dólares.

La despreocupación con la que los hermanos Batista primero inundan de coimas las instituciones políticas del país, haciéndose con negocios cuantiosos y de alguna manera cargando la cuenta sobre los contribuyentes, para luego endosar nuevos costos al mercado provocando una tormenta bursátil es digna de los mejores capítulos de alguna seria televisiva. La diferencia es que esto episodio no tiene nada de ficción, es un drama real que se desarrolló de espaldas a las instituciones del país, a la ley, y la ciudadanía que paga el precio de esta corrupción en retraso al desarrollo del mayor país latinoamericano.

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  1. la degradación ambiental y la corrupción van de la mano, son hermanas. Cuando se llega a este grado de locura el daño que se inflige a los pueblos es incalculablemente destructivo, hiere mortalmente el ecosistema humano.

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