Acusaciones contra el Papa: ver errores donde hay amor

Acusaciones contra el Papa: ver errores donde hay amor

La carta firmada por un grupo de creyentes que señalan supuestas herejías en afirmaciones de Bergoglio, carece de rigor y de una mirada pastoral.

Publicar un documento acusando al Papa de ser hereje es de por sí un gesto tan grave que debería extremar la prudencia de quien lo realiza. Pero si, en cambio, ni siquiera se sigue algún tipo de rigor intelectual, el hecho cae en lo bizarro y hasta en una ridiculez que suscita cierta compasión por ser cometida por hermanos en la fe. Aunque cabe preguntarse a este punto cuál es la fe que compartimos.

Este fin de semana, un grupo de unos cuarenta firmantes, que sucesivamente han sido más de sesenta, publicó una carta al Papa Francisco en la que le señalan haber violado en siete afirmaciones principios dogmáticos de la fe católica, principalmente en su documento post sinodal Amoris laetitia. Sin embargo, un análisis del texto bajo el título “Corrección filial en razón de la propagación de herejías” revela que, pese a ponerlas entre comillas, las tales afirmaciones del Papa no existen. Bergoglio nunca dijo eso, y menos todavía en el Amoris laetitia. Más bien el entrecomillado refleja la interpretación que los firmantes teólogos hacen de los dichos del Pontífice.

Por otro lado, la carta enviada manifiesta una lectura de verdades de la fe, que sí generan perplejidades. El teólogo Giuseppe Lorizio, docente de Teología fundamental de la Universidad Lateranense, señala al respecto que la gracia en la vida de los cristianos no es una realidad estática, no interviene cambiando en perfectos a personas que no lo son, sino que es un camino dinámico que induce a la conversión interior. Asimismo, se deprende de las críticas a un eventual acceso de divorciados vueltos a casar al sacramento de la eucaristía, una visión limitada. “La eucaristía –señaló Lorizio a Radio Vaticana– no puede ser concebida como el Pan de aquellos que ya son perfectos. Sino que es el ‘pan’ de aquellos que están camino. Si tuviéramos que esperar la plenitud de la unión con Dios para acceder a la eucaristía, nadie podría acceder. Tanto es así, que antes de ir a recibirla, todos, desde el celebrante a los demás fieles afirman: ‘Señor, no soy digno de participar de tu mesa’. Este no ser dignos, indica que la eucaristía nos es donada también a nuestra fragilidad”.

El documento Amoris laetitia es parte del magisterio ordinario de la Iglesia, ha acogido en el 87% de los casos, los aportes de dos relaciones sinodales sobre la familia, elaboradas entre 2014 y 2015, con el aporte de cientos de obispos, cardenales y teólogos. Por tanto, no es fruto de una escuela teológica o un pensamiento determinado, sino de la escucha de los pastores también de las voces provenientes de toda la feligresía, que se ha expresado con miles de cartas que llegaron a la Secretaría del Sínodo.

Ser rigurosos, precisamente en temas de fe, implica saber que quien declara una herejía es en todo caso el magisterio, pues la carta enviada será en todo caso la opinión de algunos. En segundo lugar, no se puede perder de vista el perfil pastoral de la exhortación post sinodal, que quiere ser un gesto de amor acompañando a los feligreses más allá de las disposiciones normativas. Y precisamente porque pastoral es también un documento teológico.

Esta carta desafortunada propone una Iglesia con “corazón de piedra”, como ha señalado varias veces Bergoglio. Es como si el hijo pródigo que regresa al hogar paterno fuera recibido con la lista de los pecados cometidos. Jesús en cambio hace que el padre se una al hijo recuperado en un misericordioso abrazo. Es, quizás, el cambio fundamental que Francisco está tratando de imprimir.

  1. Estas cosas son disolventes, me trae al corazón la parábola del fariseo auto satisfecho de su conducta y el publicano compungido por su conciencia de miseria ¿Quién volvió justificado? Es penosa la carta, no se puede actuar con esa liviandad. Agrego solo lo afirmado por el PAPA FRANCISCO “LA EUCARISTÍA NO ES UN PREMIO PARA LOS SANTOS” SINO QUE ES ALIMENTO PARA LOS DÉBILES QUE BUSCA A JESUCRISTO….. PARA QUE LO PUEDAN ENCONTRAR. Una palabra que me sacaron de la boca es “padre si yo esperara no tener ningún pecado……….. si ya se lo que vas a decir, no comulgarías nunca; nadie podría comulgar continuó.

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  2. Exelente respuesta. Pienso que sería hermoso si además, ayudamos a nuestros hermanos que justo con ese corazón de piedra, la visión de la caridad queda totalmente adormecida, haciendo una antología de Testimonios que ya hacen parte de esa casuistica que se menciona en el capítulo 8, para hacer visible cómo ese amor misericordioso trae frutos de sanación, conversión y salvación.

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